Este sábado el presidente Donald Trump llegó tarde a una conferencia sobre igualdad de género que se celebra en el marco de la cumbre del G-7 en Canadá.
El anfitrión, el primer ministro canadiense Justin Trudeau, comenzó la conferencia advirtiendo que no iba a esperar por “los atrasados”.
A Trump, que llegó cuando ya había iniciado la ponencia, lo sentaron entre Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional, y Christine Whitecross, una teniente general de las fuerzas armadas canadienses.
El mandatario de EU llegó a la cumbre del Grupo de los Siete enfrentado a aliados cruciales debido a los aranceles estadunidenses, pero intentó aliviar la tensión con charlas amistosas y ofreció vagas promesas de avances en negociaciones comerciales.
Sin embargo, había pocos detalles al respecto y las diferencias seguían siendo evidentes en el ecuador de la cumbre.
Tras días de declaraciones cruzadas sobre los aranceles estadunidenses a las importaciones de acero y aluminio, Trump se reunió el viernes con los líderes de las principales naciones industrializadas del mundo en una idílica localidad turística canadiense.
En su camino al encuentro anual, Trump repitió su queja principal, afirmando que otros países “se han estado aprovechando de Estados Unidos en el comercio”.
nerc