La serpiente coronada de roca, una de las más raras de Norteamérica, de las cuales se tiene conocimiento que existen 26 individuos en todo el mundo, fue hallada muerta al atragantarse con un ciempiés.
De acuerdo a la revista Ecology, la serpiente Tantilla oolitica fue vista recientemente en un parque en los cayos de Florida, encerrada en un combate sin vida con un ciempiés gigante.
La serpiente fue encontrada inicialmente al costado de un sendero por un excursionista en el Parque Estatal John Pennekamp Coral Reef en Key Largo, quien alertó al personal del parque.
El espécimen llegó rápidamente al Museo de Florida, donde los investigadores esperaban determinar la causa exacta de la muerte.
El duelo fatal marca la primera vez que los científicos han observado los hábitos alimenticios de la serpiente, ya que, como se llegan a ver tan raramente, nadie tenía una idea definida de lo que comían.
El gerente de la colección de herpetología del Museo de Florida, Coleman Sheehy, se dijo sorprendido cuando vio las fotos por primera vez, "es extremadamente raro encontrar especímenes que murieron mientras comían presas, y dado lo rara que es esta especie, nunca habría predicho encontrar algo como esto. Todos estábamos totalmente atónitos".
Los expertos explicaron que lo más obvio era que el ciempiés era un tercio del tamaño de la serpiente, provocándole asfixia, aunque las serpientes son conocidas por atiborrarse de presas mucho más grandes que ellas, las mandíbulas de las serpientes se mantienen en su lugar por ligamentos flexibles y músculos que les permiten envolver sus cabezas alrededor de su comida.
Los científicos recurrieron a la tecnología de escaneo por TC, que proporciona una visión incomparable de la anatomía de un organismo sin alterar físicamente el espécimen.
Y el modelo reveló una pequeña herida en el costado de la serpiente, probablemente impartida por las poderosas pinzas venenosas del ciempiés. Se cree que las serpientes que comúnmente comen ciempiés tienen cierta medida de resistencia a su mezcla de veneno cáustico, pero esa suposición aún no se ha demostrado definitivamente.
La mordedura parecía causar alguna hemorragia interna, pero ni eso ni la toxina fueron suficientes para disuadir a la serpiente de matar y tragar parcialmente a su presa.
LG