Los rebeldes chiíes hutíes del Yemen asumieron este martes un ataque contra un barco en el mar Rojo en el que no se registraron daños, mientras que Estados Unidos, que capitanea la coalición naval en esa vía marítima, respondió contra los insurgentes.
El portavoz militar de los hutíes, Yahya Sarea, señaló que sus unidades navales lanzaron "varios misiles navales" contra un barco, identificado como "Pinocchio", en el mar Rojo y el impacto fue "certero".
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Sarea apuntó en el comunicado publicado en su cuenta oficial de X que el barco era estadunidense; sin embargo, el Comando Central de Estados Unidos (CENTCOM) afirmó posteriormente que el buque es de propiedad de Singapur y de bandera de Liberia.
El comando central también dijo que los dos misiles balísticos que fueron lanzados desde zonas controladas por los hutíes, respaldados por Irán, "no impactaron en el buque y no se registraron heridos ni daños".
Asimismo, indicó que han realizado seis ataques "de autodefensa" en los que se ha destruido un buque submarino no tripulado, así como 18 lanzaderas de misiles antibuque desde las zonas controladas por los insurgentes.
"Se determinó que estas armas representaban una amenaza inminente para los buques mercantes y los de la Armada estadunidense en la región. Estas acciones se llevan a cabo para proteger la libertad de navegación y hacer que las aguas internacionales sean más seguras", se apunta en la nota.
La semana pasada se vivió uno de los peores momentos al morir tres marineros en un ataque hutí contra un barco de bandera de Barbados en el golfo de Adén, la puerta de entrada al mar Rojo, en la primera acción de los rebeldes que causó pérdidas civiles desde que iniciaron sus agresiones contra la navegación comercial el 19 de noviembre.
Asimismo, el pasado 2 de marzo el navío británico "Rubymar" se convirtió en la primera embarcación en hundirse en un ataque de los hutíes.
Además de barcos comerciales, los rebeldes también han intensificado sus operaciones contra los buques de guerra estadounidenses y británicos estacionados en el mar Rojo para "proteger" la navegación en esta estratégica vía, por donde se calcula que pasa alrededor del 15 por ciento del comercio marítimo mundial.
DLGE