En la antigua mitología nórdica, las “valquirias” iluminaban el horror de la guerra con su belleza y fuerza. Hoy en la Ucrania de Volodímir Zelenski, el mito de estas mujeres guerreras surge otra vez encarnado en pequeños grupos de mujeres civiles que se entrenan en tácticas de combate. Se hacen llamar así mismas “valquirias”.
A treinta meses de combates, la guerra que vive Ucrania con Rusia ha provocado la militarización de la vida social y el endurecimiento de una nueva ley de movilización masiva, que ha generado la huida en desbandada de docenas de miles de soldados que escapan de los horrores de la guerra, escabulléndose a través de las fronteras.
Ante ese contexto, cada semana una veintena de mujeres se reúnen convencidas de que este entrenamiento –empuñar un fusil y disparar al enemigo– les salvará la vida algún día y de que en algún momento serán ellas las que tengan que salir a pelear por su barrio, su casa y su familia.
Son esposas de soldados combatiendo en los frentes de la guerra, estudiantes, viudas, incluso trabajadoras retiradas. Todas ellas tienen algo en común: el temor a que la guerra vuelva nuevamente a Kiev.
No son mujeres-soldado reales y tampoco es su deseo unirse al ejército de Zelenski, pero se entrenan para una batalla que, aunque parece lejana, está arraigada en el imaginario colectivo. Así, están convencidas de hacer un servicio a la madre patria, a la madre Ucrania.