Víctor Escobar, el primer colombiano en recibir la eutanasia sin ser paciente terminal, murió este viernes a las 21:20 horas, de acuerdo con su abogado, Luis Giraldo Montenegro.
En su cuenta de Twitter, el abogado informó que Víctor Escobar falleció la noche del 7 de enero y detalló que su cliente "solicitó donar sus órganos funcionales" y murió tal "como fue su deseo".
"Víctor Escobar ya descansó del dolor": abogado
El abogado escribió un mensaje tras la muerte de Víctor Escobar, en el que aseguró que fueron cinco meses de una montaña rusa y agradeció los mensajes y llamadas recibidas por el caso.
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"No tengo temor", dijo antes de morir
Antes de morir, dijo que sentía una tranquilidad inmensa, "no siento temor a lo que está por venir. Me han dicho que el procedimiento va a ser una sedación lenta primero, para que tenga tiempo de ir despidiéndome. Después es la inyección de la eutanasia, que va a ser algo sin dolor, una muerte muy tranquila. Confío en Dios de que todo esto sea así", dijo con voz tenue mientras resistía un dolor abdominal.
Víctor Escobar es el primer beneficiario del histórico fallo de la Corte Constitucional, que en julio de 2021 cambió las reglas de la eutanasia en el país y permitió que sea aplicada a personas que padezcan un intenso sufrimiento físico o psíquico a causa de una enfermedad grave e incurable sin que esté en fase terminal.
Colombia despenalizó la eutanasia en 1997, pero sólo para pacientes en fase terminal, con menos de seis meses de vida.
Desde su apartamento en Cali, donde nació y murió, Víctor Escobar es consciente de la importancia de su caso, inédito en Latinoamérica: "Es la puerta para que un paciente como yo, con enfermedades degenerativas, tenga la oportunidad de luchar por una muerte digna".
¿Qué enfermedades tenía Víctor Escobar?
Las dolencias de Víctor Escobar ya no cesaban ni con morfina. Recibió cuidados paliativos y, aunque en un principio funcionaron, ya no tenían el mismo efecto. La causa principal de ellas fueron los dos accidentes cerebrovasculares que sufrió en 2008, los cuales le hicieron perder la movilidad de la mitad de su cuerpo, aunque posteriormente la recuperó parcialmente.
Luego se sumó la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) por la que dependía de oxígeno para respirar. También sufrió de hipertensión, diabetes, artrosis severa y síndrome de la articulación condrocostal.
Su batalla jurídica para conseguir la eutanasia comenzó hace dos años y medio. Le fue negada en dos ocasiones por clínicas y jueces por no cumplir con el requisito de estar en la fase terminal de su enfermedad.
"Fue un tema complicado enfrentarse a la justicia, a los partidos políticos, a la religión y a muchísima gente con poder siendo alguien que sólo tenía a los medios de comunicación", dijo el abogado.
Se despidió de sus tres hijos y su esposa en almuerzo
Fue un procedimiento reservado y no se dio a conocer el nombre de la clínica donde se realizó. Víctor Escobar se despidió de sus tres hijos, su esposa, su hermano y sus primos en un almuerzo. "Voy a tener la oportunidad de que ellos me brinden su calor de familia y su acompañamiento y también en nombre mío darles los agradecimientos a mi familia la amo con toda mi alma. Será un día de regocijo para nosotros y espero que sea algo muy privado".
Víctor Escobar decidió tomar las banderas de la defensa de la eutanasia para que no sea una batalla jurídica, sino un derecho efectivo.
Su mensaje iba dirigido a médicos y políticos, especialmente a los congresistas, para que aprueben leyes que regulen la eutanasia en pacientes no terminales. El Congreso colombiano volvió a rechazar en noviembre un proyecto que pedía regular el derecho a la muerte digna al no conseguir los votos necesarios para continuar su trámite.
El congresista Christian Garcés explicó que se opuso al proyecto de ley porque considera que es un tema que no se puede tomar "a la ligera" y que, de aprobarse, favorecería no tanto a los pacientes y sí a las empresas prestadoras de salud, pues éstas se "librarían" de millonarios costos para tratar enfermedades.
"Si la eutanasia se abre como práctica médica, estaríamos legitimando el asesinato, donde personas abandonadas y humildes terminarían quitándose la vida y muchos profesionales y empresas de salud no podrán apelar a su objeción de conciencia porque una ley los obliga", agregó.
Aunque las encuestas muestran cada vez menos resistencia a la eutanasia, todavía hay un sector de la población colombiana que la rechaza. La Iglesia católica emitió un comunicado en julio en el que sostuvo que "cualquier acción u omisión con la intención de provocar la muerte para suprimir el dolor se constituye en un homicidio".
De todas formas, Victor Escobar se mostró firme en su decisión.
"Si nosotros solicitamos una muerte digna es porque el cansancio de todas las enfermedades ya nos venció, para nosotros ya la vida terminó hace mucho tiempo", sostuvo desde el sofá de su humilde casa, cuya hipoteca pagaba con una pensión de 250 dólares.
LG