El vino es considerado un lujo de la alta cocina, por tanto existe una industria entera dedicada a la cata y maridaje del mismo, cuyo objetivo es encontrar el fermentado más fino. Sin embargo, los criterios para elegirlo son enteramente subjetivos y prueba de ello fue la medalla de oro que ganó el vino más barato de Bélgica.
Gilbert & Gaillard es una empresa dedicada enteramente a la cultura vinícola, que publica guías de consumo en 9 idiomas, además edita una revista especializada sobre el tema, y fue la encargada de organizar un certamen internacional para premiar la mejor bebida del mercado. Por desgracia, su prestigio fue cuestionado por el veredicto final.
La bebida ganadora fue registrada en el concurso por el equipo de un programa belga de televisión llamado On n'est pas des pigeons (no somos pichones), y fue elegida por un catador profesional con la encomienda de "encontrar el peor vino del mercado".
"Hay concursos anglosajones que están destinados a hacer dinero... La inscripción es muy cara, el transporte es muy caro, para conseguir medallas de broma", explicó Eric Boschman sobre su decisión.
La botella que escogió se vende por 2.50 euros en el supermercado, y contiene una mezcla de vinos de Bélgica. Antes de ser inscrita le hicieron un cambio de look, al reemplazar su etiqueta por otra más elegante con el nombre Le Château Colombier (Castillo Colombier).
La broma costó 50 euros (cuota de inscripción), pero dio como resultado una medalla de oro y una certificación para el vino que se incluyó en la etiqueta (con un costo de 60 euros por cada mil botelas).
Gilbert & Gaillard realizó pruebas de laboratorio a la bebida para determinar su nivel de alcohol y azúcares, así como catas profesionales que describieron un gusto en "boca suave, nerviosa y rica con jóvenes efluvios netos que prometen una bonita complejidad. Muy interesante".
El golpe a la credibilidad del medio especializado comprobó la relatividad de la comida gourmet, y lo fácil que resulta vender cosas con sobreprecio.
SNGZ