Wuilly Arteaga, el violinista de 23 años que ha ganado notoriedad en Venezuela y el mundo por acudir a las marchas tocando con su instrumento, fue herido en el rostro cuando efectivos de la Guardia Nacional bloquearon con bombas lacrimógenas y balas de goma una marcha que se dirigía hacia el Tribunal Supremo de Justicia.
El joven recibió un impacto de perdigón en la cara mientras tocaba en la movilización. Promete volver a la lucha, hasta lograr, dice, la independencia de su país.
Arteaga, originario de Valencia, estado de Carabobo, una ciudad del centro de Venezuela, ganó notoriedad a nivel mundial al tocar su instrumento en el funeral de un músico de Armando Cañizales, un joven de 18 años que falleció el 3 de mayo tras ser baleado durante una marcha en Caracas.
El "artista" como algunos lo llaman, acude a las marchas con su música. No porta máscara alguna que lo proteja de los gases lacrimógenos de los llamados "guardianes del orden". Asegura que no sale a buscar un enfrentamiento, que sólo lo hace para "entusiasmar" con su música a los demás opositores y así continuar la lucha contra el gobierno.
"Me gustaría ver Venezuela como se merece: un país tranquilo, con alegría, y pronto vamos a llegar a esa situación de paz", contó durante una entrevista a EFE.
Con el objetivo de llamar la atención sobre la crisis y protestas en Venezuela, Arteaga ha viajado a Washington y Miami para denunciar la situación.
Arteaga también denunció en junio ante las Naciones Unidas la represión del gobierno y solicitó apoyo de otros países, aunque subrayó que la intención de los venezolanos es resolver ellos mismos sus propios problemas cumpliendo con la Constitución.
Al menos 99 personas han perdido la vida hasta ahora en episodios violentos relacionados con las manifestaciones, iniciadas el 1 de abril, y que han terminado en enfrentamientos con la policía.
Arteaga asegura que nada ni nadie lo detendrá y que seguirán escuchando su música en las manifestaciones, hasta ver, dice, su país en calma.
El violín roto
El 24 de mayo, Willy se alistó como cualquier otro día para salir a amenizar otra manifestación contra el gobierno.
Comenzó la marcha, Wuilly, al frente empezó a tocar para todos los opositores que recorrían las calles. Metros adelante integrantes de la Guardia Bolivariana se alistaron para impedir a los inconformes seguir su recorrido.
A pesar de la represión, los gases lacrimógenos, piedras y palos, Wuilly siguió tocando. Debió ser por ello que en un arrebato, quizá de furia, un integrante de la Guardia Nacional intentó arrebatarle su violín.
El joven músico se aferró al instrumento, pero en el intento le fue destruído el instrumento.
Lloró amargamente, las imágenes recorrieron el mundo y desataron una ola de repudio mayor contra el gobierno, y en contraste, solidaridad en las redes sociales para Arteaga.
Miles usaron las redes sociales para hacer una colecta y comprar un instrumento nuevo.
Las imágenes recorrieron el mundo y desataron una ola de mayor repudio contra el gobierno, y en contraste, solidaridad en las redes sociales para Arteaga.
El infortunio del joven llegó a oídos de Shakira, quien envía un nuevo instrumento firmado para que Wuilly continúe su lucha. “Que a la música nadie la pare”, escribió la colombiana.
Antes, un venezolano se adelantó y obsequió un nuevo violín a Wuilly.
Hoy, Wuilly Arteaga sigue llevando su música al frente de los millones de venezolas que en lascalles exigen la salida del presidente Nicolás Mauro.
Los enfrentamientos en más de 110 días de protestas contra su Maduro han dejado 100 muertos, ceintos de heridos y miles de desplazados.
jamj