Las elecciones intermedias en EU no convocaron a muchos ciudadanos estadunidense en Ciudad de México y el lugar que comúnmente es punto de reunión para observar este proceso se observó ayer semivacío.
Durante el cierre de urnas y la presentación de proyecciones tras la jornada electoral, el restaurante bar Pinche Gringo, de Polanco, estuvo casi vacío. Ese punto de reunión política en CdMx para los eventos electorales del país del norte fue un termómetro del ánimo de los demócratas durante el proceso electoral.
No más de una veintena de asistentes estuvieron pendientes del cierre de urnas, los primeros resultados y tendencias: 10 pantallas con la cobertura completa de los resultados preliminares sonaban todo el tiempo en un sitio adornado con pequeñas banderas de Estados Unidos. La asistencia fue reducida porque, a pesar de todo, no había mucho que celebrar.
Con el cierre de las urnas, algunos miembros la comunidad estadunidense en nuestro país, principalmente afines al Partido Demócrata, comenzaron a llegar al restaurante bar, en la colonia Polanco de la Ciudad de México, como acustumbran hacerlo cuando hay elecciones en el vecino país del norte. Pero nunca hubo más de 20 de ellos.
La expectativas para quienes simpatizan con el partido azul eran bajas desde el comienzo. Histórica y estadísticamente, los partidos en el poder pierden las mayorías en el Senado y la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias.
“Las razón por la que el partido en el poder pierde las elecciones congresionales es que sus seguidores se sienten confiados porque está su partido en el poder, entonces no se presentan a votar, y eso se ve reflejado en este caso”, explicó en entrevista Édgar López Vallejo, vocero del Partido Demócrata en México.
La primera derrota llegó en completo silencio, cuando se dio a conocer una evidente ventaja a favor del republicano Ron DeSantins, quien repetirá como gobernaor en Florida, y con Val Demmings, por el partido republicano, aceptando la derrota.
El ambiente festivo que se vivió durante las elecciones presidenciales de 2020 o las intermedias de 2018, en las que los demócratas remontaron sobre los republicanos, nunca llegó.