La gobernadora general de Nueva Zelanda promulgó una ley que prohíbe las armas de estilo militar, menos de un mes después de dos balaceras en dos mezquitas en Christchurch que causaron 50 muertos y docenas de heridos.
Patsy Reddy firmó el proyecto de ley mientras la policía adelantó que anunciará un programa de compraventa para recuperar las armas ahora ilegalizadas.
El veto entrará en vigor a medianoche, pero se aplicará una breve amnistía hasta que se conozcan los detalles del programa, agregaron las autoridades.
"A la gente que esté en posesión de un arma de las ahora prohibidas, le pedimos que nos lo notifiquen”, dijo el vicecomisionado de la policía, Michael Clement. "La recuperación de las armas se realizará en el largo plazo”.
Quien tenga una de estas armas se enfrenta a una sanción de hasta cinco años en prisión. Se permitirán algunas excepciones para reliquias de coleccionista o para profesionales del control de plagas.
La Cámara de Representantes neozelandesa sacó adelante el miércoles un proyecto de ley que prohíbe la mayoría de las armas automáticas y semiautomáticas, así como los componentes que modifican las existentes, por 119 votos a favor y uno en contra luego de un proceso acelerado de debate y de recepción de opiniones de la población.
"El gobierno actuó con rapidez para cambiar las leyes de armas en Nueva Zelanda y la policía es ahora la responsable de implementarlas y hacer que se cumplan", agregó Clement.
El australiano Brenton Harrison Tarrant, de 28 años, fue acusado de 50 cargos de asesinato y 39 de intento de asesinato.
La comisión real establecida para investigar las cuestiones que rodearon a la masacre está examinando cómo consiguió una licencia de armas en Nueva Zelanda y compró armas y municiones.
La primera ministra, Jacinda Ardern, se emocionó en su intervención durante la lectura final del texto acerca de las lesiones traumáticas que sufrieron las víctimas del ataque del 15 de marzo, a las que visitó en un hospital de Christchurch.
"Me cuesta trabajo recordar heridas de una sola bala", dijo Ardern. "En todos los casos se habló de lesiones múltiples, lesiones múltiples debilitantes que les imposibilitaban recuperarse en días, mucho menos en semanas. Tendrán discapacidades de por vida, y eso sin tomar en cuenta el impacto psicológico. Estamos aquí por ellos.
"No podía entender cómo armas que podían causar esta destrucción y muerte a gran escala podían ser obtenidas de forma legal en este país", agregó.
Ardern, que fue reconocida internacionalmente por su compasión y liderazgo desde los tiroteos, consiguió un inusual apoyo bipartidista para una ley que ilegaliza la posesión de un rifle semiautomático de estilo militar. El voto en contra fue emitido por el único diputado del libertario Partido ACT en la cámara.
nma