"Aguanaval está incontenible", así se anunciaba en el periódico MILENIO La Opinión, en el año 1973, cuando las fuertes lluvias llenaron el río que se desbordó e inundó ejidos que terminaron irreconocibles.
Fue el 15 de agosto cuando el desastre tocó a los hogares de los laguneros. Cientos de familias tuvieron que ser desalojadas, perdiendo todo su patrimonio, pérdidas humanas y hasta ganado.
Lo ejidos más afectados fueron Redención Agraria y Flor de Mayo, que terminaron completamente destrozados.
Según las noticias del momento, "las aguas" cobraron la vida de dos personas, un campesino y una joven de 14 años de edad.
Eulalio Gutiérrez Treviño, gobernador de Coahuila en ese tiempo, recorrió la zona y colaboró con las labores de rescate y resguardo de los habitantes de ejidos, quienes fueron refugiados en albergues en Matamoros.
Todos los habitantes de Flor de Mayo fueron desalojados por las fuertes aguas del río que alcanzaron hasta los más de mil metros cúbicos.
Al bajar el cauce, campesinos del ejido Redención Agraria regresaron a donde estaban sus hogares para recatar lo poco que el agua dejó tras la inundación.
aarp