Jorge 'El Bolero' combina su oficio con el talento de cantar en las cantinas de Torreón

Acomapañdo de tarola y el acordeón, Jorge 'El Bolero', no sólo sacó brilló con el trapo y la grasa, sino que sacó su potente voz, provocando el aplauso entre los presentes.

Jorge 'El Bolero'. l Especial
Luis Carlos Valdés
Torreón, Coahuila /

La tarola y el acordeón del conjunto norteño Los Tigres de Torreón, hacían vibrar a un grupo de sedientos amigos que llegaron la tarde del jueves a la cantina tradicional 'Perches', en el Centro de la ciudad. Con su música interpretaban al oriundo de Valle Hermoso, Tamaulipas, Eliseo Robles con sus letras: “Sigue tú feliz con él, que ya, yo no me interpondré, pero, si acaso termina tu felicidad, recuérdame y ven…Ven a mi”. Jorge 'El Bolero', no sólo sacó brilló con el trapo y la grasa, sino que sacó su potente voz, provocando el aplauso del respetable.

“Jorge El Bolero”, está impreso en el mandil que utiliza durante su oficio; actualmente tiene 58 años de edad y se inició en la actividad del lustre del calzado a los 10 años, pero a la fecha, ya son veinte años de cargar con el cajón de madera y sacar brillo al más desgastado calzado. Se conmueve ante los aplausos y agradece la oportunidad de poder interpretar una canción.

¿Cómo descubrió su talento de cantar?

Pero, ¿cómo se dio su incursión en el canto? Según recuerda, hace años en su andar por los bares y cantinas como bolero, en una ocasión llegó al “Cantábrico”, conocido como el lugar de los cantantes. Se escuchaba la música, pasó y le invitaron un jarrito con cerveza y hielo; de rato le dijeron: “Échate una, pero una canción”.

Quizás por humildad o desconocimiento Jorge titubeó pero al final, tomó la decisión de cantar “Si Dios me quita la vida” de Javier Solís, leyenda al que admira, descubriendo que con su voz, impactaba a quien lo escuchaba.

“Me gusta más José José, en otra cantina me nombraron 'El Bolero del Amor', pero yo prefiero seguir portando mi mandil de Jorge 'El Bolero', además que me sirve de publicidad”, señala.

Disfruta tanto los momentos en que se logra subir a un pequeño foro y cantar frente al público, pero dice que le llena más el que la gente que lo escucha, disfrute de esos momentos y de su voz.

"Escucho asuntos que realmente no me incumben"

Recuerda que fue el bolero principal de la cantina 'Salón Alameda', de don Ciriaco Zorrilla y que ha tenido la oportunidad de bolear a diferentes personajes; sin embargo, su sentido de la ética, le frenó a dar algunos nombres, “tengo mi ética y lo que mis ojos ven, mis oídos escuchan, mi boca lo sella al salir de ese lugar. Luego escucho asuntos que realmente no me incumben”, afirma.

En un momento, irrumpe un vendedor de paletas cortando momentáneamente la inspiración de Jorge: “Estamos echándole un rato a la vida, para que te endulce la vida y no te huela el tránsito”, provocando risas en los presentes.

Pero la vida le ha mostrado momentos no tan dulces para el señor bolero. “Me tocó hace poco en otro bar, ahí estaba un cantante que no conozco, que se preparaba para cantar, llegue y lo saludé y le pedí si me dejaba cantar una canción. Me dijo que sí”. Sin embargo, esperó más de una hora y nunca se le dio la oportunidad: “Algunos tienen el ego muy grande, es una tontería grande”, lamentó.

Mientras esperaba la oportunidad en el bar, una persona lo confundió con un mesero por portar su mandil: “Disculpe, no soy mesero, soy bolero”, causándole una gran carcajada. Se trataba de Rogelio Ramos, uno de los comediantes más famosos de México, quien finalmente le invitó una cerveza y lo sentó a su mesa: “Qué afortunado soy de hacer reír a alguien que se dedica a hacer reír a millones, yo no soy nadie en la comedia y lo hice reír”.

Creció en una casa hogar

En su vida Jorge siempre ha tenido que sortear obstáculos. En los años setentas, su niñez la vivió en una casa hogar que se ubicaba en donde hoy está el edificio corporativo de Grupo Multimedios-Milenio, en la avenida Abasolo y Treviño; ya que su madre, que aún vive, se dedicaba a realizar labores domésticas en otras casas, no le permitía acompañarla.

“Los castigos en ese lugar eran extremos, de estar en el sol con dos ladrillos arrodillado, me quebraban reglas de metro de madera en la cabeza, pero gracias a eso tengo principios y valores, que hacen falta actualmente”, recuerda.

Su vida ha sido de vivencias, aprendizajes y descubrimientos. Hace tres años Jorge 'El Bolero' descubrió en el Cantábrico que tenía talento al cantar, lo único que le hacía falta, era justamente la oportunidad para descubrir y pulir su voz. José José, Víctor Iturbe “El Piruli”, José Alfredo Jiménez, Javier Solís, son parte de sus ídolos musicales.

Dichoso por su existencia, vive en una casa de renta con su esposa; tiene dos hijos, uno de 32 años y otra hija de 30 años, además de cinco nietos que lo hacen muy feliz, y que a pesar los momentos en que se ha sentido decepcionado, como la hora y media en que no se le permitió cantar, también ha logrado grandes aprendizajes, como lo fue estar frente a frente con personalidad de la comedia como Rogelio Ramos, a quien le exhortó: “Hay que apoyar a quien tenga un don, así sea un bolero, un carpintero, un albañil, un pintor o un mesero; a todo aquel que quiera progresar y que sepa apreciar el oficio que le vaya a tocar. Yo siempre he dicho, ama tu oficio y tendrás beneficio y estarás mucho mejor”, finalizó.

aarp


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