Luego de tres años de pruebas de agricultura regenerativa en campos mexicanos de maíz, las ganancias de agricultores que usaron crecieron hasta 50 por ciento gracias al aumento de 25 por ciento en su productividad y al uso de un tercio menos de agua, afirmó la compañía de innovación agrícola Bayer.
La empresa alemana logró a través de las pruebas con productores subir 25 por ciento la captura de carbono del suelo, además de bajar 20 por ciento las emisiones de carbono, por lo que argumenta que es posible producir más alimentos con un menor impacto ambiental.
El próximo 23 de octubre a las 10:30 horas, Penélope García, líder de marketing de la división agrícola de Bayer para el norte de Latinoamérica participará en MILENIO Foros “Agricultura Inclusiva” que se transmitirá en vivo a través de las redes sociales del grupo.
Nuevo modelo
La agricultura regenerativa propone una transformación profunda del campo: pasar de un modelo extractivo a uno que restaure los ecosistemas, regenere los suelos y reduzca las emisiones.
En lugar de depender únicamente de la expansión de tierras agrícolas o del uso intensivo de insumos, este enfoque apuesta por producir más con menos y restaurar más.
Bayer señaló que las pruebas realizadas combinan labranza mínima, rotación de cultivos, siembra directa, cultivos de cobertura y manejo integral de plagas con el apoyo de tecnologías digitales y semillas mejoradas.
“La agricultura de precisión, apoyada en sensores e inteligencia de datos, permite ajustar las dosis de agua, nutrientes y protección según las condiciones reales de cada parcela, lo que mejora el rendimiento y reduce costos”, señaló.
Entre las innovaciones que resaltan por su potencial para dar forma al futuro regenerativo de la agricultura en el mundo son: sistemas de cultivo inteligentes, semillas mejoradas, protección sostenible, nuevos perfiles químicos, biológicos, e innovaciones en agricultura del carbono, datos y soluciones digitales.
“Tenemos una gama de diferentes innovaciones agrícolas sostenibles disponibles en nuestra cartera que sirven como componentes clave de cualquier sistema agrícola regenerativo”, dijo.
A mejorar la salud
Estas soluciones agrícolas pretenden “retribuir a la naturaleza” apuntando a mejorar la salud del suelo como máxima prioridad, eliminar el carbono nocivo de la atmósfera, conservar los recursos hídricos y mantener e incluso restaurar la biodiversidad.
Señaló que la agricultura regenerativa usa una serie de herramientas agronómicas, tecnológicas y científicas, además de prácticas agronómicas específicas:
Labranza mínima, que tiene como objetivo reducir (o eliminar) la intensidad de la labranza para mejorar la salud del suelo. Esto se puede lograr al evitar la pérdida de agua por evaporación, mejorar la infiltración del agua, reducir la escorrentía y la erosión hídrica y aumentar la estabilización de la materia orgánica del suelo.
Cultivos de cobertura que pueden reducir la erosión eólica e hídrica, aumentar la infiltración de agua, eliminar las malas hierbas, romper los ciclos de insectos y enfermedades, y proporcionar hábitat y forraje para los polinizadores y otros insectos beneficiosos. También puede proporcionar un aumento del rendimiento en el cultivo primario
Rotación de cultivos en la misma parcela para mejorar la salud del suelo, optimizar los nutrientes y combatir la presión de plagas, enfermedades y malezas.
Manejo integral de plagas y malezas, mediante productos de protección de cultivos de última generación, incluyendo biológicos y nuevas moléculas.
Agregó que los avances no solo apuntan a una producción más sostenible, sino a fortalecer la seguridad alimentaria ante el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos naturales
Destacó que al mejorar la salud del suelo y optimizar el uso del agua, la agricultura regenerativa ayuda a garantizar la disponibilidad de alimentos a largo plazo, especialmente en regiones vulnerables.
Ante ello, Bayer proyecta que la expansión de este modelo permitirá alcanzar metas globales como reducir 30 por ciento las emisiones por kilogramo de cultivo producido, mejorar 25 por ciento la eficiencia en el uso del agua y empoderar a 100 millones de pequeños productores.