Subsidios para la renta de vivienda

Vivienda

En Chile, una cuarta parte de las familias renta la vivienda que habita, pero cuentan con el apoyo económico del gobierno para ubicarse en zonas urbanas.

Subsidio de arriendo.
Sebastián Silberman
Ciudad de México /

"Rentar me permite vivir en un lugar durante un tiempo y, si mi condición familiar o laboral cambia, puedo adaptarme. Si una familia se compra una vivienda, queda amarrada a un crédito hipotecario y a un lugar físico”, explica Carlos Marambio, exjefe de la División de Política Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile.

En los tiempos actuales, rentar es una práctica flexible, debido a que las personas cambian de trabajo y de residencia con más frecuencia que antes, opina el experto. De hecho, nos cuenta que esta movilidad ha significado un avance importante en Chile, donde es un modo de vida cada vez más común, pasando de 12% al 25% en 10 años.

En México, según el Inegi, 30 por ciento de las familias viven en una casa rentada o prestada.

Hablando del arrendamiento y su relevancia en las ciudades, Marambio explica que “el nivel de ingreso limita el acceso a una vivienda apropiada”, por lo tanto, tener la posibilidad de rentar diversifica la manera de acceder a una vivienda y permite que zonas que serían inaccesibles para la compra se vuelvan alcanzables para más personas.

El otro lado de la moneda

Si bien el arrendamiento tiene un lado positivo en cuanto a la flexibilidad y el acceso a la vivienda, también puede significar gastar gran parte de los ingresos cuando la vivienda está en zonas lejanas a los centros de las ciudades. En el caso de Chile, las familias se desplazan a zonas marginadas, en muchos casos sin servicios, para poder habitar una vivienda. Sin embargo, para mitigar esto, el país ha desarrollado una política de arrendamiento que apoya económicamente a las familias que renten en una zona más adecuada.

La política es sumamente flexible, aunque tiene lineamientos para que alguien pueda calificar. Por ejemplo: debe ser un núcleo familiar, no puede postularse alguien que vive solo, salvo el caso de adultos mayores y personas con discapacidad. También debe ser una vivienda con al menos sala de estar, recámara y baño. Además, debe de ser una vivienda regularizada, que cumpla con la normativa de construcción. Una de las limitantes de este subsidio es que no aplica si la vivienda que se desea rentar tiene un costo elevado.

Una política en apoyo a sectores

“De los más de 77 mil seleccionados al subsidio, la mayoría son madres o mujeres a cargo del núcleo familiar. Aunque no hay una diferenciación en puntaje por ser hombre o mujer, en los hechos, más del 80% de los beneficiados son mujeres”, explicó Carlos Marambio.

La política de arriendo tiene una duración cercana a los cinco años, y uno de sus grandes beneficios es que le permite a las personas mudarse y llevarse el subsidio a la nueva vivienda. Además, las autoridades chilenas entienden la importancia de realizar ajustes en iniciativas de este tipo, para alinearse a las nuevas necesidades de las sociedades. Así, uno de los cambios realizados en esta política fue en beneficio de las personas de bajos ingresos, quienes pueden postularse para renovar su apoyo y, aunque no está garantizado, permite que este segmento vulnerable de la población, no pierda la posibilidad de una vivienda adecuada.

También existe la oportunidad de postularse en subsidio de propiedad, es decir, de compra; un beneficio que se otorga cuando las personas solicitan un crédito hipotecario. Así, alguien que ya ha pasado sus cinco años de subsidio de arrendamiento, tiene mayor apoyo en el subsidio para comprar.

El caso de los adultos mayores es particular, explica Marambio, ya que debido a la edad no pueden acceder a una hipoteca, por lo que ellos pueden solicitar su renovación del subsidio de arrendamiento, que es automática.

Carlos Marambio Morel

Esta iniciativa de subsidio también brinda apoyo a los migrantes, “que no tendrían posibilidad de conseguir una vivienda de ninguna otra manera”, según explica Marambio.

El valor del suelo en las grandes ciudades, como es el caso de la Ciudad de México o Santiago de Chile, es cada vez mayor, lo que provoca que los precios de la vivienda suban. “La política de arriendo es de largo plazo, pues permite mitigar el efecto del alza de suelo y da la posibilidad a las familias de ingresos bajos o medios de mantenerse en buenas localizaciones; de otra manera, podrían ser expulsados de las ciudades debido a los costos que implicaría adquirir un vivienda”, dice Marambio.

“Hoy día, las familias rentan porque requieren flexibilidad o porque no tienen ingresos para comprar, es necesario (el arrendamiento) para tener asequibilidad. Por eso es muy sano que el estado participe en soluciones o apoyos”, concluye el exjefe de la División de Política Habitacional del Ministerio de Vivienda y Urbanismo de Chile. 

SGS

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