“Cada vez que alguien está en el tráfico en la Ciudad de México debería pensar que es un problema de vivienda, porque las personas están tratando de llegar de dónde viven a dónde trabajan o compran y a medida que estos sitios quedan más lejos, más congestionadas están las calles”, dice David Smith, Fundador y CEO del Affordable Housing Institute, una organización de consultoría sin fines de lucro que estudia la vivienda asequible.
Para David Smith uno de los recursos más valiosos de los gobiernos, es la capacidad de aumentarla zonificación de inclusión (es decir, una mezcla de usos de mercado y asequibles), en la que se permite un aumento del número total de metros cuadrados en un desarrollo si una parte del espacio se reserva para viviendas asequibles. En el contexto del desarrollo económico, lo más importante es que la zonificación de inclusión facilite a que los trabajadores esenciales vivan cerca de sus puestos de trabajo.
¿Cuál ha sido el mayor logro en los últimos 45 años en vivienda asequible?
El mayor logro es el surgimiento de la vivienda asequible como una clase de activo distintivo, un componente esencial de la infraestructura humana de las ciudades. Las ciudades se han vuelto más grandes, más verticales, más tecnológicas, más importantes y mucho más interdependientes. Hemos tenido una revolución en cómo los seres humanos vivimos y trabajamos en entornos urbanos. La vivienda asequible es una especie distinta; es un híbrido inusual de principios económicos e imperativos sociales. Mantenerse al día con ese entorno urbano en rápida evolución y hacer que la vivienda asequible sea mejor y más compatible con ese medio ambiente es un gran logro.
¿Cuál es el mayor desafío en este tema?
La respuesta al covid-19 trajo de vuelta la inflación a la conversación mundial y también puso de manifiesto la interconexión e interdependencia entre las cadenas de suministro, ya sean a nivel municipal, regional o, como ocurre entre Estados Unidos y México, internacional. Además, se reintrodujo la inflación y la incertidumbre de los costos en el cálculo del desarrollo económico y urbano. Hoy pagar por una vivienda asequible es un desafío mayor.
¿Qué deberíamos entender en México del Affordable Housing Institute?
Los mercados son fuerzas muy poderosas, y el desarrollo económico es nueve de cada diez veces algo fantástico. El efecto secundario del desarrollo económico hace que la vivienda sea menos asequible. A medida que crece la economía, la ciudad, más personas ganan más pesos por trabajar y el precio de la vivienda sube. Las tierras que se usan en el desarrollo económico también funcionan en contra de la vivienda. Siempre es más valioso levantar un edificio de oficinas, un centro comercial o tiendas minoristas, que viviendas. Y sí, es más rentable construir viviendas para el mercado de venta, que asequibles para rentar. Es un efecto secundario adverso. A menos que desarrolles conscientemente viviendas asequibles en tu plan de la ciudad y se proporcionen recursos, las viviendas asequibles se van a la periferia, y eso significa congestionamientos, contaminación y barrios de pobreza. A menudo, se dice que el desarrollo económico debería levantar la vivienda, pero es exactamente al revés, ésta eleva el desarrollo económico, porque es donde están los que trabajan; y la vivienda asequible es donde los que hacen los trabajos esenciales van a dormir por las noches. Necesitas una estrategia consciente para crear viviendas asequibles en una economía en crecimiento, alguien que esté pensando en cómo crear esa estrategia y esos recursos. Eso es lo que hacemos.
¿Cómo lograr el derecho a la vivienda asequible y a las ciudades a grupos vulnerables?
Las ciudades son lugares de oportunidad, por eso la gente se muda alla. Buscan una mejor educación, ingresos, calidad de vida y una mejor vida cultural, estar conectado con lo mejor de México. Pero la oportunidad es solo una parte de la ecuación, porque puede haber un parque, pero si la gente pobre no puede acceder a él, la oportunidad es desigual. ¿Quieres que tu país y tu ciudad funcionen? Necesitas oportunidades para que las personas temporalmente pobres tengan la capacidad de mejorar sus vidas. Si se permite que la ciudad crezca de manera que las oportunidades están separadas espacialmente de la gente pobre por carreteras o traslados largos al trabajo, entonces, se está enviando a un grupo de personas a un ciclo de pobreza. Si se cree en la idea de la igualdad de oportunidades, se tiene un deber moral, hay que permitir esa oportunidad a las personas más pobres. De ahí surge la idea de llevar viviendas asequibles a comunidades de ingresos medios, a un nuevo desarrollo sin marginar a la periferia; si está más cerca de la acción es más probable que tenga la oportunidad de superación personal y mejora familiar.
Implementó el diseño de evaluación de vivienda asequible y sostenible en México, ¿Cuáles son los resultados que más les sorprendieron?
Lo que nos sorprendió fue que México fue la estrella en la prueba piloto. Tuvimos tres desarrolladores mexicanos que participaron en el diseño de la herramienta en Tulum, Tecámac, Huehuetoca y rápidamente pensé que los tres eran desarrolladores comprometidos interesados en aprender y querían mejorar las propiedades de su proyecto de sostenibilidad social y asequibilidad. Pudimos personalizar la herramienta para usarla en un contexto mexicano y lidiar con las diferencias de clima y otras cosas. Los mexicanos fueron los mejores de entre los cuatro países con los que trabajamos.
¿Cuál es el futuro de la vivienda asequible?
El mundo se ha vuelto progresivamente más global, más urbano, y más digital. La digitalización, la banda ancha, y las redes sociales, son ecualizadores disruptivos; brindan tecnología y, por lo tanto, visibilidad y voz a personas que hasta ahora podrían haber sido invisibles e ignoradas. El futuro implica formalizar lo informal, reconocer que las ciudades, los países y las regiones son interdependientes. El desarrollo significa hacer que mi colonia sea exitosa, junto con mi éxito personal, y eso lo puedes poner a nivel familiar, a nivel nacional o cualquier otro. Ya no es posible poner muros y que lo que pasa afuera, en el mundo, no importe. Todas las barreras son permeables, y las de ideas son las más permeables porque estas son las que se mueven más rápido. Después, se mueve el dinero, luego los mercados, después la gente, detrás el gobierno y al final las propiedades. El futuro implica reconocer que todos estamos interconectados y necesitamos enriquecernos unos a otros. La vivienda asequible parece un lugar extraño para comenzar, pero si le brindas a la gente un hogar digno y seguro con acceso a la oportunidad, ellos van a ascender, solo hay que darles tiempo.
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