A México le falta resolver pendientes para proteger la primera infancia

La presidenta del Consejo del Centro de Excelencia e Innovación para los Derechos y Oportunidades de la Niñez (CEIDON), María Josefina Menéndez Carbajal, advirtió que en México se han dado avances importantes en la construcción de los derechos de la primera infancia, pero éstos resultan aún insuficientes para evitar que más de 24 mil niños mueran anualmente por causas prevenibles y que siete de cada 10 infantes, menores de seis años, sufran de violencia intrafamiliar.

“A pesar de que hoy la educación inicial y preescolar es obligatoria, solo el 3.7 por ciento de niños y niñas tiene una cobertura de atención en educación inicial y solo el 63 por ciento en educación preescolar, lo que quiere decir que la demanda sigue siendo vigente y que hay una gran cantidad de niños y niñas que, finalmente, no tiene ni una alternativa de atención, de cuidado o de protección y, por supuesto, de educación”, explicó.

Además, la cifra alarmante de la muerte de 24 mil niños por causas prevenibles refleja el tipo de sistema de salud otorgado y habla de la omisión en los cuidados tanto institucionales como familiares.

“Un tema crítico tiene que ver con la violencia y maltrato, siete de cada 10 niños, menores de seis años, son formados y educados con un castigo físico y con una visión humillante de la realidad”, explicó la especialista.

En la mesa de discusión “Los primeros años marcan el futuro”, que se llevó a cabo en Monterrey, Nuevo León, en Milenio Foros, Menéndez Carbajal dejó en claro que en México se cuenta con la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (2014).

Además, señalaron que se han impulsado medidas para erradicar, por ejemplo, el trabajo y el matrimonio infantil, para que de esta manera otorguen a las madres 84 días de licencia laboral para la lactancia. 

“Cada vez hay esa visión y perspectiva de que los niños y las niñas, sobre todo, los niños de cero a seis años, deben ser una prioridad como gobierno y como sociedad, pero los datos dramáticos sobre muertes y las faltas de oportunidades siguen evidenciando que hay pendientes que se deben de resolver", apuntó.

Manuel Pérez Jiménez, director del Centro de Primera Infancia del Tecnológico de Monterrey abundó que, lamentablemente, muchos niños de cero a seis años siguen siendo sometidos a estresores tóxicos familiares y sociales que limitan sus capacidades de resiliencia, es decir, de revertir las adversidades y convertirlas en oportunidades benéficas.

“Necesitamos entender que el desarrollo de los niños no es solamente crecer, aumentar peso y estatura, sino que es un concepto integral de desarrollo cognitivo y que les permite a los niños tener este pensamiento crítico, esta capacidad de aprovechar oportunidades a lo largo de su vida. Lo que no se da en esa primera infancia ya no se va a recuperar”, expuso Pérez Jiménez.

Asimismo, coincidió con Lorena Guillé, directora de Inversión Social Corporativa y Consejera de Fundación FEMSA, de que la primera infancia no debe limitarse a la nutrición y a las vacunas, cuyos niveles de cobertura disminuyeron con la pandemia por covid-19. 

Ante este panorama, se requiere de acciones integrales, en el que participen padres de familia, tutores, gobierno, academia, sector privado y organizaciones para lograr consolidar desarrollos sostenibles y prósperos.

Los primeros seis años de vida, Guillé aseguró que forjan el futuro de todo individuo. 

“La evidencia científica dice que, a 25 años, se ven los resultados de esas intervenciones en la primera etapa de vida desde que se están forjando y formando los niños en el vientre de su madre y ya hay evidencia que demuestra que sí hay un impacto en la empleabilidad, en los ingresos que pueden tener esos niños hacia sus familias y que tiene un efecto directo en la economía", comentó.

“Y la evidencia también dice que los niños que crecen de manera saludable tienen menos incidencia en temas criminales y conductas agresivas. Entonces si queremos tener una sociedad armónica, equitativa, sostenible, no solo abracemos a la niñez, sino que es urgente y necesario que lo hagamos si queremos tener esa sociedad hacia adelante. No hacer nada tiene un costo altísimo”, aseveró Guillé.

“La primera infancia es el tesoro de nuestra sociedad y de nuestro país. Tiene que ser abrazada por todos. El futuro de la niñez es hoy y mañana será muy tarde”, añadió.

Para ello, Adriana Gidi, directora Asociada del Centro de Primera Infancia del Tecnológico de Monterrey, consideró que se debe de considerar la realidad de las familias mexicanas para efectuar los cambios que van desde habilitar espacios públicos, hasta crear sistemas de protección contra la violencia y maltrato no solo del contexto familiar, sino también del crimen organizado.

“Los niños de cero a seis años siguen siendo considerados propiedad privada y no como sujetos de derechos”, aseveró Gidi.

"No deben ser obligados a tener miedo, a mantenerse callados y totalmente quietos", indicó.

En la mesa de discusión los expertos consideraron que invertir e intervenir en la primera infancia contribuye a romper el ciclo de pobreza y las desigualdades.

KL