La infraestructura de investigación en salud no ha crecido a pesar de ser clave para el desarrollo de nuevas opciones terapéuticas que curen o eleven la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas, aseguró Luis Herrera Montalvo, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey.
“Y ciertamente, hace muchos años ya se desarrolló en la Ciudad de México, un núcleo de entidades federales que son los institutos nacionales de salud, cuya función es investigar en las causas y en el manejo de las enfermedades que afectan a nuestra población".
“El impacto que estas instituciones han tenido a nivel nacional, tal vez no ha sido el esperado, porque no se ha desarrollado una infraestructura del mismo tamaño o incluso, podríamos hablar, de un mayor nivel en otros estados de la República. Hay esfuerzos que han hecho universidades públicas o privadas en distintos estados. Sin embargo, estos esfuerzos no son suficientes”.
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En el marco del encuentro 'Por una salud integral', que llevará a cabo MILENIO Foros, el 29 de mayo, a las 17:00 horas, Herrera Montalvo recordó que la emergencia sanitaria por covid-19 evidenció la falta de infraestructura para efectuar detecciones del virus en el país.
“Nos dimos cuenta que la infraestructura que había, por ejemplo, para la detección del virus en todo el territorio nacional era reducida, mucha de ella concentrada, justamente, en la Ciudad de México. Entonces, creo que ese es uno de los temas, o de las grandes necesidades que faltan por cubrir y por incrementar en los próximos años para poder contar con un buen sistema de investigación en salud”.
El desarrollo científico —agregó— es crucial para el desarrollo de nuevos tratamientos y opciones terapéuticas.
En la actualidad, el desarrollo involucra tecnología y soluciones innovadoras para el tratamiento de enfermedades, “varias de las cuales no tenían un tratamiento adecuado”.
El desarrollo científico —ahora— se vale, por ejemplo, de la inteligencia artificial y de inmunoterapias, con las cuales, por ejemplo, se activan las células del sistema inmunológico para atacar las células tumorales.
Un desarrollo innovador se observa, actualmente, en el tratamiento dirigido para atender la leucemia infantil y que ha reducido la mortalidad en más de un 90 por ciento.
“La investigación en ciencias de la salud ha llegado a un punto que nos puede llevar a poder solucionar problemas de salud que, anteriormente, no ofrecían ninguna solución a los pacientes. Y que deberían de enfocarse, o se están enfocando más en la mejora de la calidad de vida, también, de personas que sufren enfermedades que probablemente no sean curables, de tal forma que puedan tener una calidad de vida durante muchos años”.
Para el investigador y ex director del Instituto Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), refirió que con la creación del Campus Ciencias de la Salud, del Tecnológico de Monterrey, se incrementará no sólo la infraestructura, sino también la investigación y la enseñanza. Se generará conocimiento que tendrá como prioridad al propio paciente.
En la actualidad, la investigación científica en salud debe contemplar no sólo el registro de las enfermedades que están afectando a nuestra población, sino también el impacto que tienen los genes y el medio ambiente en las patologías prevalentes.
“Ese registro es muy importante porque forma parte del diagnóstico que pueda hacer el sistema público para poder atacar y diseñar planes, y diseñar estrategias de atención dirigidas, justamente, a disminuir el impacto de las enfermedades que nos afectan a los mexicanos".
“Si no tenemos un buen registro de las enfermedades, muy difícilmente podemos diseñar política pública efectiva. Ahora, estos registros han estado evolucionando. No solamente son datos hospitalarios y demográficos. Ahora vienen también componentes biológicos de las personas que ya sufren alguna enfermedad. Y me refiero con componentes biológicos a todas estas características moleculares que puede tener algún paciente y que lo diferencia de otro, que en conjunto forman esos perfiles de firmas moleculares que definen bien a pacientes hispanos, a pacientes mexicanos en las distintas regiones de nuestro país”, detalló.
“Esto es relevante porque las enfermedades, sobre todo aquellas enfermedades no transmisibles crónicas, tienen además del componente ambiental y del componente de costumbres, el componente genético. Entonces esa mezcla y esa interacción entre genes y ambiente, pues es muy importante para el desarrollo de la enfermedad. Por eso ahora los registros deben complementarse con toda esta información y existen proyectos interesantes que están llevándose a cabo en el país en los cuales se trata de estudiar y se trata de entender el componente genético de nuestra población".
“La base genética de nuestra población, aún no afectada por una enfermedad, para ver cómo la interacción entre los genes, el ambiente, las costumbres definen el perfil de las enfermedades que sufren nuestra población”, aclaró.
Luis Herrera Montalvo, decano de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud del Tecnológico de Monterrey refirió que, justamente, el modelo educativo de esta casa de estudios dirigido a profesionales de ciencia de la salud incluye, obviamente, la educación, la investigación y la atención a los pacientes.
“Con todo esto se da un contexto global a cada uno de los alumnos que se forman en los cinco diferentes programas que tiene la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud en el Tecnológico de Monterrey”.
RM