Especialistas y representantes de la iniciativa privada advirtieron que cada año el fisco deja de percibir 13 mil 500 millones de pesos debido a actividades ilícitas relacionadas con la piratería y el contrabando, por lo que pidieron más acciones de las autoridades para combatir estas prácticas, así como un fortalecimiento del Estado de Derecho y más conciencia de los consumidores.
Durante su participación en MILENIO Foros Combate al Contrabando y Piratería, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), José Antonio Centeno, explicó que hay una parte de la sociedad que percibe que la piratería y el contrabando solamente les va a afectar a las empresas y que no es un delito que genere una afectación a la sociedad.
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“Sin embargo, no es así, genera afectación desde distintas perspectivas. En cuanto a la falta de competitividad de la empresa que es víctima del contrabando o por los delitos de piratería, pero también a la sociedad misma, porque se dejan de recaudar impuestos. Se calcula que, más o menos, al año este tipo de actividades generan una pérdida al erario de 13 mil 500 millones de pesos, que se podrían ver reflejados en hospitales, carreteras, escuelas, medicamentos”, indicó.
El presidente de Canacintra resaltó que aunque parezca que consumir productos piratas o de contrabando es inofensivo, representa actividades que financian a grupos criminales y mafias organizadas, nacionales e internacionales, que también están vinculadas con trata de personas, trata de migrantes, extorsión, tráfico de armas, entre otros.
Piratería y contrabando en tabacos
Por su parte, el presidente del Consejo Nacional de la Industria Tabacalera, Hiram Vera Rivas, puntualizó que en la industria que representa el contrabando y la piratería han crecido de forma impresionante, pues en los últimos diez años, ha pasado de 2 a 20 por ciento, debido a temas de oferta y demanda, situación que genera una competencia desleal y limita la generación de empleos.
“Es un negocio redituable para los grupos que están detrás de este tema, crimen organizado que sí, efectivamente, no es una señora en una zona marginada que está vendiendo cigarros ilegales, son mafias que operan desde China, Vietnam, Rusia, Paraguay, y es ahí en donde se producen este tipo de productos (...). Cuando los productos se encuentran por un tercio del precio del producto legalmente establecido que paga impuestos, que genera empleos y que, eventualmente, da una derrama económica al país es ahí en donde se sigue manteniendo este tema”, apuntó.
Piratería y contrabando en artículos deportivos
El secretario del Consejo Directivo de la Asociación de Artículos Deportivos, Roberto Castañeda, agregó que el gremio que representa no es inmune al fenómeno de la piratería y el contrabando. Forma parte de la cadena productiva textil, del vestido y del calzado que agrupa a muchas empresas y genera muchos empleos.
“Estadísticas que se vienen manejando desde hace 15 años a la fecha nos siguen indicando más o menos lo mismo, hoy por hoy en México seis de cada diez prendas de vestir provienen de un canal ilegal, llámese contrabando, llámese piratería y, un tercer canal muy importante, es el robo de mercancías que pueden ser originales o legales pero que libre e impunemente también se ofertan en todos los rincones de este país. Desde hace una década y media, dos de cada tres pares de calzado provienen o se comercializan en un canal ilegal”, dijo.
Acciones
Para revertir este escenario, la investigadora del Tecnológico de Monterrey y de México Evalúa, María Teresa Martínez, advirtió que quedan muy pocas alternativas y una es la transformación de las instituciones.
“Si no apostamos por la reconstrucción de las instituciones, que sea un Estado tal cual en el mejor concepto, en la noción más pura del estado, quien provee la protección para todos como un bien público, no necesariamente como un bien privado, creo que de otra manera si no apostamos por eso cualquier otra cosa va a ser pan para hoy y hambre para mañana”, señaló.
Roberto Castañeda agregó que el Estado de Derecho y las instituciones se tienen que poner a trabajar, pero también aseveró que no hay crimen que prospere si no es porque su propia sociedad lo permitió, “el consumidor tiene que asumir su responsabilidad, tiene que entender que en la adquisición de ese textil, de esos cigarros, de esos tenis, hay una consecuencia y hay una realidad de fortalecer a organizaciones”, precisó.
AMP