A pesar de que 86 por ciento de las empresas en México se vieron significativamente afectadas por fraude y corrupción en los últimos tres años, sólo 63 por ciento investiga las causas, es decir que cuatro de cada 10 organizaciones no lo hace, según el proveedor de tecnología para mitigar riesgos en las compañías Kroll.
Según los resultados de su “Informe Global de Fraude y Riesgo”, muestra que las empresas de todo el mundo están lidiando con los crecientes costos asociados a la investigación de denuncias graves de mala conducta, pero en México muchas prefieren evitar esta situación.
“Es interesante ese 63 por ciento de México, porque es el tercer país con menor reporte de investigación interna, solo por arriba de Italia (53 por ciento) y Alemania (61 por ciento)… La diferencia con esos países es que los factores de menor investigación son distintos, aquí dudan en hacer los procesos porque no confían en que existan repercusiones judiciales”, comentó Brian Weihs, director general de la oficina de Kroll en el país.
En entrevista con MILENIO explicó que consideran complicado que existan castigos en los tribunales en contra de los culpables de corrupción porque piensan que la sanción puede ser muy limitada y lenta, “simplemente despiden a los sospechosos, a veces pagando liquidación y todo en lugar de invertir en una investigación”.
A nivel mundial, en promedio, 82 por ciento de las empresas se vieron significativamente afectadas por fraude y corrupción en los últimos tres años, eso quiere decir que México está por encima de la media.
Sobre los sectores más afectados se encuentran en primer lugar transporte, ocio y turismo con 90 por ciento; seguido por bancos, con 89 por ciento; tecnología, telecomunicaciones y medios, 88 por ciento; ciencias de la salud, 83 por ciento, y retail y distribución con 81 por ciento.
Sin embargo, en turismo, transporte y retail, solo 7 de cada 10 empresas hacen una investigación, mientras que el resto son hasta 90 por ciento; Brian Weihs dijo que esto se debe a que son negocios con poca capacidad de manejo de datos porque las regulaciones del país no los obligan a cumplir con ciertas normas tecnológicas y de vigilancia como sucede con bancos y ciencias de la salud.
“En el sector transporte y turismo no tienen capacidades internas y la mayoría no maneja bien sus datos para hacer una investigación”, contó.
Incluso destacó que el sector de transporte es uno de los peores porque no cuentan con la capacidad interna de datos e información, “se enfocan en logística y las operaciones en costos, institucionalmente son mucho menos desarrollados y maduros”.
Mayores riesgos por sector
Para el director general de Kroll en México, el mayor fraude que se presenta en el sector transporte, ocio y turismo es entre privados, porque tercerizan muchas de sus operaciones presentándose a corrupción.
“Porque una empresa de logística contrata un proveedor de transporte que a su vez contratan choferes individuales que rentan camiones, es toda una cadena de tercerización y ahí hay bastante frecuente problema de sobornos y colusión en los pagos”, describió.
Dijo que incluso hay pagos adicionales para las áreas que contratan servicios para darles preferencia sobre otro competidor, aunque el rival ofrezca igual o mejor cotización.
En retail sucede lo mismo, porque muchos de los servicios se hacen con terceros, desde los proveedores de cada tienda hasta los que apoyan en la edificación de cada una de las unidades de negocio.
“En el caso de retail ya tienen muy bien medido el ‘robo hormiga’, es un daño constante, pero lo que no tienen controlado es el fraude interno y ahí tienen más pérdidas económicas que por la sustracción de artículos”, especificó.
Colusión entre retail y gobiernos
Brian Weihs destacó también que uno de los problemas más frecuentes de corrupción que encuentran es la colusión entre empresas de supermercados y autoservicios con autoridades municipales para la obtención de permisos y licencias.
“Es un problema de los retailers grandes que compran terrenos, tienen que sacar las licencias para cambiar el uso de suelo, luego los permisos de construcción y tratan mucho con gobierno local y ahí hay gran riesgo de corrupción que eso es a nivel municipal”, contó.
Hace más de 10 años, el gobierno de Estados Unidos investigó a Walmart de México y Centroamérica por la construcción de una tienda Aurrera a un lado de las pirámides de Teotihuacán entre 2003 y 2004, donde se acusó de colusión entre autoridades locales con directivos de la tienda.
El director de Kroll dijo que esta situación sigue pasando en el país, “no puedo comentar sobre casos particulares, pero en general lo vemos con frecuencia, es algo común con la industria y como cualquier otra que requiere trato con autoridades municipales, no solo retail, también en desarrollo de propiedades de turismo y restaurantes”.