Las expectativas de crecimiento reflejan una desaceleración para final de año y para el siguiente, esto derivado de una disminución en la actividad económica global, dijo Julio Carranza, Presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) en un informe.
El Producto Interno Bruto (PIB) de México se prevé que cierre este año en 1.5 por ciento y 1.2 por ciento para 2025, menor al 3.2 por ciento alcanzado el año pasado.
En cuanto al consumo privado, se espera un crecimiento de sólo 1.8 por ciento para 2024, considerablemente menor al 5.6 por ciento que se registró en 2023.
El crédito privado real podría situarse en 6.5 por ciento, ligeramente por encima del 5 por ciento registrado el año pasado.
La generación de empleo formal también muestra signos de debilitamiento, mientras que, en septiembre de 2023, el crecimiento en empleos formales afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) era del 3.4 por ciento, actualmente ha disminuido al 1.6 por ciento.
Las nuevas inversiones también están en declive este año, pues se proyecta una caída del 69.3 por ciento en la inversión extranjera directa (IED) en comparación con 2023, cuando representaba el 14 por ciento del total de inversión, se espera que al finalizar el año solo ocupe el 4 por ciento.
A pesar del panorama retador, la ABM proyectó una baja en la inflación para finales de 2024, situándose en 4.3 por ciento, y espera que continúe descendiendo hasta alcanzar el 3 por ciento en 2025.
En cuanto a las tasas de interés, el Banco de México mantiene la tasa actual en 10.5 por ciento, pero se espera que cierre en 10 por ciento para el próximo año, lo que podría contribuir a impulsar la demanda interna y mitigar la desaceleración en 2025.
La ABM estimó que el crédito al sector privado crecerá en 2024, aunque comenzará a desacelerarse en el primer trimestre de 2025 debido a la menor actividad económica.
Retos internos y externos
La ABM concluyó que el próximo año estará marcado por desafíos económicos importantes y resaltó la necesidad de políticas que brinden certidumbre y confianza para enfrentar este panorama económico.
Entre estos retos, la ABM identificó la desaceleración global, que podría pasar de 3.3 por ciento a 3.2 por ciento, y la de Estados Unidos, uno de los principales socios comerciales de México, que podría reducirse de 2.8 por ciento a 2.2 por ciento.
Además, la incertidumbre por las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) añaden presión al panorama.
Por otro lado, los conflictos geopolíticos en Europa y Medio Oriente están teniendo efectos económicos que impactan a México.
A nivel nacional, se mantiene la incertidumbre ante posibles impactos por reformas constitucionales que están en proceso de discusión.
SNGZ