Desde hace una década, la tecnología NFC (Near-field communication) llegó para facilitar la comunicación inalámbrica entre dispositivos. Hoy, en un contexto de pandemia, ésta y otras tecnologías contactless se perfilan como la solución para evitar el contacto con dispositivos que pueden estar contaminados con un virus.
La tecnología NFC o comunicación de campo cercano es de radiofrecuencia y funciona en la banda de los 13.56 MHz (la cual no necesita licencia para usarse). Su uso poco a poco se ha generalizado, sobre todo para efectuar pagos bancarios sin contacto, pero ahora abarca otras industrias innovadoras.
Un ejemplo es el de la startup iLess. Los amigos Erick Espinoza y Guillermo Amezcua idearon una tarjeta de presentación virtual que funciona con un sensor de proximidad, con el cual un teléfono inteligente puede detectarla y abrirla.
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“Pasando la tarjeta a unos centímetros del dispositivo, sin contacto físico, abre la tarjeta virtual y es posible guardarla en la lista de contactos del teléfono”, explicó a MILENIO el ingeniero de software Erick Espinoza.
En febrero del año pasado, él y Amezcua iniciaron este proyecto, pues detectaron que al hacer networking con tarjetas de presentación impresas, “a veces se nos olvidaban o se perdían, o cuando las entregábamos no las conservaban”.
Por lo anterior diseñaron una alternativa para que la persona realmente mantenga los datos de contacto.
Un mes después, en medio de la emergencia por el coronavirus, “vimos una oportunidad aún más grande de implementar iLess”, comentó Amezcua. “Uno de nuestros eslóganes es: ‘contacto sin contacto’, pues con el virus todo es susceptible de tener partículas” donde puede alojarse el virus.
Amezcua explicó que no todos los dispositivos tienen sensores de NFC, así que también implementaron otra opción a través de códigos QR, que es un medio que se está usando mucho a raíz de la crisis sanitaria y que también evita el contacto con las superficies.
Afirmó que con su tarjeta virtual no se desperdician recursos económicos y materiales, además de que siempre va a estar disponible en la nube. Incluso en cualquier momento se pueden modificar los datos de la tarjeta virtual y se actualiza automáticamente para todas las personas que tienen el contacto.
El 2020 fue el desarrollo del plan de negocio y de la plataforma y el pasado diciembre comenzaron a operar. “Esperamos que este año el crecimiento sea acelerado”, dijo Amezcua.
Actualmente están trabajando en convenios con empresas y se encuentran en la etapa de family and friends.
En el mundo, de acuerdo con un análisis de Statista, el valor del mercado de la tecnología NFC será de 25.5 mil millones de dólares en 2021 y casi lo duplicará para 2024 al llegar a los 47.3 mil millones de dólares.
Si bien se trata de una tecnología que en los últimos años venía creciendo, con el confinamiento para evitar los contagios de covid-19, se anticipa un despegue exponencial.
Hasta ahora el contactless estaba ligado principalmente a los pagos con tarjeta, pero el NFC ofrece muchísimas más utilidades que esa y van desde compartir información hasta sustituir las llaves físicas.
Esta es una tecnología que millones de personas conocen o han usado alguna vez, por ejemplo, como cuando pasa la tarjeta del transporte público por los dispositivos para entrar a un lugar, o en la hotelería, cuando los cuartos se abren con tarjetas y ya no con llaves.
El NFC funciona en radios pequeños, con un alcance máximo de 10 centímetros convirtiéndola en una acción segura, además de que las transacciones están encriptadas con tecnología antifraude, protegiendo así la información que se comparte.
Biométricos sin contacto
Un mundo sin llaves, sin tarjetas para entrar o salir de un lugar y sin identificaciones físicas es posible gracias a la scaleup Keyo, creada en 2015 en Chicago, la cual permite a las personas identificarse y acceder a sus datos personales de manera segura a partir únicamente del escaneo de la palma de su mano.
Una scaleup es una empresa que ya tiene un modelo de negocio probado y que debe haber crecido durante los tres anteriores ejercicios a un ritmo anual superior a 20 por ciento en número de empleados o en facturación, explica el grupo financiero BBVA.
En entrevista con MILENIO, Enrique Mercado, country manager de Keyo, dijo: “Imagínate, qué padre sería ir a Cancún y no tener que llevar nada más que tu traje de baño para poder hacer pagos o entrar a tu cuarto de hotel”.
Los biométricos tradicionales como la huella dactilar, el reconocimiento facial o de voz tienen debilidades, explicó Mercado, pues en el caso del reconocimiento facial, las personas pueden ser identificadas sin tener conocimiento o recibir una notificación.
Por otro lado, la voz también suele tener cambios con la edad, ya que no es la misma la de una persona en la infancia, en su juventud o en la madurez. Debido a esto, Keyo usa la palma de la mano como identificador en donde el escáner hace lectura de la arquitectura de las venas, aseguró Mercado.
Hace cinco años, en México, Keyo comenzó con proyectos sencillos, como por ejemplo, con controles de acceso a las empresas. Luego pasaron a sistemas de conducción, en el que los conductores trabajaban sin llevar tantas llaves a cuestas o hacer firmas que pudieran ser falsificadas o perdidas. También comenzaron a crear soluciones paperless (sin papel).
Pero en Estados Unidos, que es un mercado más avanzado en digitalización comenzaron con pagos y programas de recompensas para los clientes.
Keyo factura en México 5 millones de dólares al año y trabaja en soluciones contactless más avanzadas, por ejemplo, en sistemas de chequeo médico donde se encuentra el perfil e historial del paciente.
Y, en medio de la pandemia, Keyo ha encontrado una oportunidad para desarrollar una nueva terminal de identificación sin contacto con tecnología CuVerro Shield, una nueva solución sólida de recubrimiento de cobre antimicrobiano que mata 99,9 por ciento de las bacterias, lo que la hace higiénica para la nueva realidad.
“Ahora en 2021, las soluciones de Keyo son completamente contactless y, si hay un cierto contacto, tenemos esa tecnología antimicrobiana”, concluyó Mercado.
lvm