México debe acelerar el desarrollo de sus recursos gasíficos, incluyendo los no convencionales, para reducir las importaciones de gas natural de Estados Unidos, las cuales representan una amenaza para su seguridad energética, según un documento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) divulgado este jueves.
La producción de gas natural en México ha declinado en los últimos años y actualmente importa más del 80 por ciento de su consumo nacional, principalmente de su vecino del norte, lo que lo deja vulnerable en su suministro, de acuerdo a un estudio de la CNH que contiene propuestas para el desarrollo de la industria.
"Requerimos diversificar porque estamos muy concentrados", dijo a la agencia Reuters el comisionado presidente de la CNH, Juan Carlos Zepeda. "Normalmente los países no concentran su importación en un solo proveedor en más allá del 50 por ciento", añadió.
El año pasado, las importaciones totales ascendieron a 4 mil 923 millones de pies cúbicos por día (pcd), de las que 4 mil 222 millones de pcd entraron por gasoductos desde Estados Unidos.
México ha licitado más de 100 contratos para exploración y extracción de hidrocarburos con los que busca elevar su producción de crudo y gas natural en la próxima década, pero para elevar la de gas en el corto plazo debe apostar a los no convencionales, dijo el comisionado de la CNH Héctor Moreira.
"Dos terceras partes de nuestras reservas gasíferas son no convencionales", dijo. "México tiene una gran oportunidad", añadió refiriéndose al llamado "shale", que se estima se encuentra en zonas en el norte del país y en áreas aledañas al Golfo de México.
De acuerdo al documento, los recursos prospectivos no convencionales de gas natural ascienden a 141.5 billones de pies cúbicos contenidas en formaciones que se extienden desde Estados Unidos, donde el "shale" se explota desde hace una década mientras que en México es incipiente.
El "shale gas", o gas de esquisto, se extrae rompiendo la roca en la que está comprimido, una técnica conocida como "fracking", cuyo uso ha sido fuertemente criticado por grupos ambientalistas en varias partes del mundo.
El presidente electo Andrés Manuel López Obrador, que asumirá el poder en diciembre, dijo recientemente que no se usará el fracking para extraer crudo en México.
Pero Moreira dijo que el desarrollo de la tecnología de "shale" ha evolucionado mucho en los últimos cinco años y ahora se usa menos agua y su desarrollo podría generar una producción importante de gas en México en el corto plazo.
"Hay que convencer", dijo respecto a la postura de López Obrador sobre el shale.
Además, el presidente electo ha dicho que las subastas de contratos de hidrocarburos se suspenderán hasta que se revisen los que han sido asignados.
Sin embargo, no ha dicho qué pasará con dos licitaciones de contratos petroleros y una para buscar socios para la estatal Pemex que fueron reprogramadas para el 14 de febrero del 2019.
"Frente al reto y frente a la prioridad que tenemos en materia de seguridad nacional en relación con el gas natural no podemos darnos el lujo de darle la espalda al potencial que tenemos de no convencionales", dijo Zepeda.
Para incentivar la producción de gas natural, el regulador propone, entre otras cosas, incentivos fiscales a los proyectos, como el no pago de regalías y la deducción inmediata de costos asociados a la perforación de pozos, así como la creación de una empresa estatal concentrada en la producción de gas no asociado.
CPR