Acuerdo con México, base para otros: EU

Enviados de Trudeau “me pidieron, por favor, cerrar el trato”, asegura el republicano, de acuerdo con información de la prensa de Ontario.

No queremos cualquier pacto, sino uno que sirva a los tres países, aseguró la canciller Freeland.
Notimex
Washington y Ottawa /

Después de una semana de negociaciones sin descanso sobre el nuevo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, notificó al Congreso de su acuerdo con México y aseguró que será la base para todo tratado futuro que negocie su país.

“En resumen, este acuerdo es un gran negocio para el pueblo estadunidense. Establece un nuevo tono para todos los acuerdos comerciales, prueba del alto nivel que mi administración requerirá de cualquier país que entre en un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos”, señala la carta del republicano.

“Hoy el presidente informó al Congreso de su intención de firmar un acuerdo con México —y Canadá, si lo desea— a partir de 90 días. Es el acuerdo más avanzado y con mayores estándares comerciales en el mundo”, dijo el representante de Comercio Exterior estadunidense, Robert Lighthizer, en un escueto comunicado.

Justo cuando se cumplió el plazo, el diario Toronto Star reveló que Trump había dicho en una entrevista que en ningún caso haría concesiones a Canadá, pero que no lo decía públicamente porque sería “insultante”, un comentario que volvió a destemplar las conversaciones.

Poco después, el propio presidente se jactaba de esas palabras a la vez que aseguraba que, aunque habían sido una violación de la norma del off the record, los canadienses ya conocían su punto de vista.

“Al menos Canadá sabe lo que pienso”, dijo en su cuenta de Twitter.

También Trump aseguró que el gobierno canadiense le rogó después de verse arrinconados por Washington y México en la renegociación del acuerdo de libre comercio que une a los tres países desde hace 25 años.

Y matizó: la otra noche enviados de Trudeau vinieron a llamar a nuestra puerta: “Cerremos un trato, por favor”, pidieron.

En respuesta, la canciller canadiense, Chrystia Freeland, prácticamente se levantó de la mesa, pero aseguró que la negociación comercial entre Canadá y Estados Unidos “no está terminada”, y se mostró confiada en que se alcanzará un acuerdo que sea benéfico para estos países y México, socios en el TLC.

En sendas declaraciones este viernes, tanto el primer ministro, Justin Trudeau, como la canciller Freeland dejaron en claro que Canadá no cederá a la presión estadunidense de abrir su sistema de control de producción de lácteos; no buscamos “cualquier” acuerdo y “no negociaremos en público”.

Luego de anunciarse que se dará una pausa a las negociaciones entre Ottawa y Washington, las cuales se reanudarán el próximo miércoles, Freeland estableció que Estados Unidos tiene clara la posición de Canadá de defender los intereses de los canadienses. No queremos cualquier acuerdo, sino uno que sirva a los tres países, señaló.

Reconoció que su contraparte, el representante comercial estadunidense, Robert Lighthizer, y su equipo han estado en la mesa de diálogo con “buena fe” y con “buena voluntad”.

“Entendemos que a fin de completar esta negociación será necesario encontrar algún compromiso y eso es exactamente lo que estamos buscando. Esto es una negociación y nuestro equipo defenderá siempre el interés nacional y los valores de los canadienses”, insistió Freeland desde la embajada canadiense en Washington.

La funcionaria reconoció que, a diferencia de las primeras rondas en las que reinaban las diferencias entre los tres países, a un año del proceso de renegociación del acuerdo comercial se ha podido avanzar principalmente en el tema de reglas de origen en el sector automotriz, gracias a la flexibilidad mostrada por México.

“El tema de las reglas de origen es el corazón del TLC y del comercio en Norteamérica y qué bueno que se dio ese importante progreso porque así podemos avanzar en otros temas”, añadió.

“Ahora entendemos claramente cuál es la posición de cada quien y seguiremos trabajando duro para encontrar los compromisos de ganar-ganar”, concluyó Freeland, quien regresará a Washington el próximo miércoles.

Una vez anunciado el envío de la carta al Congreso con la comunicación formal sobre el acuerdo con México en los próximos 90 días, uno de los grandes escollos se ve solventado.

El presidente Enrique Peña Nieto podrá firmar el pacto antes de dejar el poder el 1 de diciembre, aunque todavía quedará pendiente la incorporación de Canadá.

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