En reunión con corresponsales extranjeros, el subsecretario de Ingresos de la Secretaría de Hacienda, Miguel Messmacher, reconoció que el aumento a los precios de las gasolinas "obviamente es una medida impopular".
A pregunta expresa de si sabían las autoridades que el alza generaría malestar en la población respondió: "Estas cosas siempre generan malestar. Es muy claro y comprensible, y pues una labor muy importante que nosotros tenemos que hacer es salir a explicar por qué se está haciendo".
El funcionario insistió en que el aumento no se debe a un incremento de impuestos, sino a un aumento en los costos de los combustibles vinculado al precio internacional del petróleo.
Al preguntarle si tenían pensado hacer algún cambio a las medidas anunciadas para este año, Messmacher simplemente respondió que las acciones ya entraron en vigor.
Explicó que en 2017 lo que se está observando es la continuación de un proceso que desafortunadamente coincide con un incremento relevante en los precios internacionales del petróleo, básicamente en los del WTI y del Brent, de los distintos marcadores, asociado a la restricción que hizo la OPEP sobre niveles de producción en cuanto a una participación muy importante de Arabia Saudita, pero también de Irak, Irán y Rusia.
"Lo que estamos viendo es que se está transfiriendo ese incremento en los precios internacionales del petróleo y el impacto que eso tiene sobre los combustibles, dado que es el principal insumo. No se debe a un incremento en los impuestos, éstos ya están fijos desde finales de 2015", insistió.
Messmacher dijo que no se implementará algún estímulo nuevo o adicional a los ya existentes a algún sector de la economía para contrarrestar el efecto del alza de precios.
"Todo lo que tiene que ver con programas de combate a la pobreza se actualiza de manera automática, por inflación. Entonces, en caso de que se presentase cualquier presión inflacionaria, los apoyos vinculados a estos programas van a ver la actualización en el monto que se destina.
Vigilancia en ductos
Con relación al incremento de 60 por ciento en los efectivos militares que vigilan los ductos de Pemex para combatir el robo de combustible, a mediados de diciembre pasado, Messmacher recordó que uno de los problemas que generaron el desabasto a finales del año pasado se debió en parte a que en ese tiempo aumentó de manera importante el delito.
Por lo anterior, dijo, Pemex solicitó un mayor apoyo por parte del Ejército, lo que permitió que en la segunda mitad de diciembre ya no se dieran esas actividades de la misma magnitud que ocurrieron en las dos primeras semanas de ese mes.