Pese a la reforma energética, Petróleos Mexicanos (Pemex) continúa con el monopolio en infraestructura para venta de turbosina, lo que ha aprovechado para subir las tarifas hasta 20 por ciento en el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM), una de las terminales más caras en la región, alertó la Asociación Latinoamericana y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA).
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“Como imaginábamos, Pemex se aprovechó un poco de la situación de su monopolio de infraestructura que tiene. Está cobrando precios muy elevados. Las políticas que manejan dentro de Pemex están haciendo que la turbosina sea una de las más caras de América Latina”, afirmó en reunión con medios, el presidente de ALTA, Luis Felipe de Oliveira.
El directivo explicó que aunque la reforma energética ya es una realidad en México, las empresas extranjeras no pueden traer combustible de otros países porque no se cuenta con los aspectos físicos necesarios para realizarlo y la compañía estatal es la única que cuenta con los elementos para vender la turbosina.
“Pemex es un monopolio de infraestructura y con esa consigue ser prácticamente dueña de los de mercados como son el AICM y Cancún, que son los principales aeropuertos del país”, señalo De Oliveira.
La reforma energética es una realidad que genera beneficios, pero mientras que Pemex no tenga la posibilidad de dotar de una infraestructura que permita la importación de otros proveedores se está dañando a las aerolíneas en términos de precios, indicó.
En 2014 el gobierno de México aprobó la reforma energética, con lo cual se rompía el monopolio en el sector energético, con lo cual empresas extranjeras y nacionales podrían ingresar para comercializar todo tipo de productos, como son gasolinas y turbosina, entre otros.
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Asimismo, el presidente del ALTA, Luis Felipe de Oliveira, comentó que Pemex prácticamente cerró la estructura de precios, por lo cual no saben cómo determina la tarifa que está cobrando en México y que ocasiona que sean “extremadamente elevados”.
Por el contrario, informó que en el aeropuerto de Monterrey las compañías ya pueden traer producto de Estados Unidos, a través de tren, y no comprarle a Pemex, lo que ha traido grandes beneficios y una reducción en los precios.
El directivo comentó que en esta ciudad del norte, las tarifas ya son las más económicas en todo el país y en la terminal de Tijuana, en poco tiempo, igualmente iniciarán con la importación de turbosina.
“Monterrey es el precio más bajo en México gracias a los proveedores externos que hacen importaciones y si ellos consiguen esto, Pemex se está aprovechando un poco de su monopolio de infraestructura y cobrando muy caro en esos aeropuertos”, señalo.
Luis Felipe de Oliveira comentó que es bastante complicado el panorama, porque básicamente todas las aerolíneas sufren en México en términos de sus reportes financieros, donde han presentado resultados bastantes débiles, justamente por el impacto del precio de la turbosina que representa más de 30 por ciento de los costos de operación.
GGA