Ahora que México recuperó la categoría 1 en seguridad aérea las aerolíneas nacionales como Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus podrán volver a abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos; sin embargo, esto no será de la noche a la mañana, pues puede demorar todavía algunos meses más.
La tan esperada recategorización aérea llegó tras más de dos años, tiempo en que las aerolíneas estadunidenses se hicieron con hasta 75 por ciento del mercado bilateral aéreo en un contexto de recuperación del sector tras la crisis por la pandemia de covid-19, mientras las compañías aéreas mexicanas se quedaron rezagadas.
Fue en mayo de 2021 cuando la FAA degradó al país a categoría 2, lo que impidió que las aerolíneas nacionales pudieran abrir nuevas rutas a Estados Unidos, un golpe del que no se recuperarán tan fácil, pero hoy el sector está de júbilo, pues lo importante es que por fin México recuperó la categoría 1.
Camino a categoría 1, lleno de obstáculos
En entrevista para MILENIO la especialista en la materia Rosario Avilés explicó que el principal obstáculo para el regreso a la categoría 1 desde la 2 fue la cantidad de puntos de la auditoría de la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) con los que México estaba incumpliendo.
La auditoría, abundó la experta, incluía varios puntos contenidos en los anexos 1, 6 y 8 de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un convenio de aviación civil que está firmado por todos los países del mundo, donde se estipulan cuáles son los procedimientos, procesos y regulaciones que debe cumplir cada país para poder estar en lo que llamó “el concierto de las naciones en el transporte aéreo internacional”.
“La FAA hace auditorías cada 10 años a las autoridades de aquellos países cuyas aerolíneas vuelan a Estados Unidos, esa es la razón por la que la FAA hizo esa auditoría, no por ninguna otra razón. No son una policía, nada de eso, solo están cuidando su propia seguridad y tienen que estar seguros de que las aerolíneas que vuelan para allá están bien supervisadas”, subrayó.
En el camino sinuoso hacia la categoría 1, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), respaldada por las aerolíneas, los trabajadores y demás miembros del sector, atendió 28 observaciones de la FAA que después pasaron a ser 39 “no conformidades”. “Estamos hablando de diversas cuestiones que tienen que ver con las licencias del personal técnico aeronáutico”, agregó Avilés.
La aeronavegabilidad, es decir, la capacidad que tienen las aeronaves para operar en condiciones seguras, fue otro de los puntos que la AFAC tuvo que atender, a pesar de no contar con un entramado jurídico que le diera todas las facultades para hacer la revisión.
“Todo eso fue lo que se tuvo que arreglar, se tuvieron que tomar una serie de decisiones, hubo que tener plazas con el salario justo y bien remunerado para que los supervisores no estuvieran tres meses y después se fueran, que se mantengan dentro de la AFAC, que hagan carrera ahí y que hagan lo que tienen que hacer de forma profesional”, refirió.
Nuevas rutas, ¿para cuándo?
Pese al entusiasmo de las aerolíneas mexicanas, poder abrir nuevas rutas hacia Estados Unidos les tomará mínimo seis meses más, si bien les va, porque incluso este proceso puede demorar un año, señaló la especialista en aviación.
Y mientras las compañías aéreas nacionales comienzan a planear la creación de nuevas rutas, las estadunidenses, con 75 por ciento del mercado bilateral, tienen previsto abrir 19 para la temporada que empieza a finales de octubre de 2023 y que termina hasta abril del año que viene.
Además, las estadunidenses aumentarán su capacidad en 77 de las rutas que ya tienen a 351 frecuencias semanales adicionales, un incremento que se traducirá en un valor de mercado estimado de 7 mil millones de pesos, expuso Avilés.
“Esto significa que van a estar por encima del 75 por ciento del mercado bilateral y México va a empezar apenas a ver de todo este mercado que ya absorbieron las aerolíneas norteamericanas dónde se pueden meter para recuperar un poquito. Esto les va a tomar mínimo otros seis meses o un año”.
Aún así, desde las aerolíneas con la mayor flota, como Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, hasta las regionales como TAR, o las que están en fase de planeación, como la nueva Mexicana de Aviación, se verán beneficiadas por el incremento de rutas al país vecino del norte, aunque con una porción de mercado inferior a la de su contraparte.
“Nos va a costar un tiempo importante volver a recuperar aquel mercado, cuando menos estar 60-40 por ciento (...). Cualquier aeropuerto y aerolínea tiene la oportunidad, ahora vamos a ver que rendijas nos dejaron las aerolíneas norteamericanas, porque como se extendieron y abrieron tantas rutas prácticamente tienen todo”.
Los retos y pendientes
Rosario Avilés identificó como el reto más importante para México mantener la nota aérea y mejorar continuamente, “por al final la categoría 1 no nos la deberían estar diciendo auditores de fuera, sino deberíamos ser nosotros mismos los que estemos pendientes de nuestra propia categoría, de estar al nivel al que nos comprometimos cuando se aceptó estos anexos de la OACI, eso le conviene a todos, es nuestra aviación, nuestra seguridad”.
Aunque el presupuesto también juega un papel fundamental, porque, destacó, los servicios que presta la AFAC equivalen a cerca de 2 mil millones de pesos anuales y los recursos que le asignaron para el año que viene son de 700 millones de pesos. “En el Presupuesto 2024 deberían darle mucho más dinero”, urgió.
AMP