Tras anunciar un proceso de reestructura bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, Aeroméxico reconoció que vienen meses complicados, pero aseguró que logrará salir adelante y no dejará de operar en México ni el extranjero.
“No queda la menor duda de que vamos a seguir volando y que seguiremos volando en el futuro. Llevábamos 10 años ininterrumpidos con utilidades. Van a ser unos meses, quizá unos trimestres complicados, pero estamos 100 por ciento seguros que vamos a salir adelante”, dijo Andrés Conesa, director general de la aerolínea.
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En entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula, el directivo de Aeroméxico dijo que pese a la reestructura seguirán operando normalmente y para julio tienen programado un incremento de operaciones, retomando rutas nacionales e internacionales, aunque todavía “muy por debajo del año pasado”.
Explicó que la decisión de solicitar protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 fue una medida “responsable y necesaria” que se tomó debido a que el mercado internacional sigue muy débil, a pensar de que el mercado doméstico “se ha recuperado un poquito”.
“La recuperación ha sido mucho más lenta de lo que se esperaba. Es el sector más afectado”, destacó.
Reconoció que la deuda de Aeroméxico es “cercana” a los 5 mil millones de dólares. Esta incluye adeudos de rentas, impuestos como el Seniat y deudas con el Aeropuerto internacional de la Ciudad de México (AICM) por concepto de Tarifa de Uso Aeroportuario (TUA). Sin embargo, descartó adeudos por IVA o ISR.
“Nos hemos sentado con el gobierno para esa deuda. La vamos a pagar, no estamos pidiendo un solo centavo de quita (…) pero una aerolínea si se le acaba la caja, se muere. Va a ser una reestructura de mercado, no ayudada por el gobierno, ningún tipo de rescate” resaltó.
Dijo que aunque es una posibilidad, no contemplan utilizar el proceso de concurso mercantil, pues consideran que el Capítulo 11 será suficiente, ya que es una vía probada en la que las empresas que entran a este proceso y logran salir lo hacen fortalecidas, como fue el caso de Delta, American Airlines y United Airlines.
Adelantó que tendrán que reducir su tamaño en los siguientes dos años, pues no prevén que la demanda de pasajeros se recuepere hasta principios o mediados de 2022, posiblemente hasta 2023. Sin embargo, buscarán hacerlo protegiendo el mayor número de empleos posibles
GGA