Agustín Carstens recibió de manos de Felipe VI el Premio de Economía Rey de España por su “influencia” en la política económica en el ámbito iberoamericano en las tres últimas décadas, así como por su “solidez” y “profundidad” de sus “análisis” y por su habilidad para generar nuevas ideas en bienestar de los ciudadanos.
El acto se realizó en la sede centra del Banco de España, en Madrid, donde Carstens mostró su agradecimiento tras recibir la condecoración y destacó que la inflación, entre otras cosas, fue causado por la pandemia y la guerra en Ucrania.
“El repunte de la inflación en varios países fue, en parte, el resultado de sendos choques de oferta causados por la pandemia y la invasión de Ucrania. Pero también refleja los estímulos a la demanda agregada durante los últimos15 años ligadas a políticas monetarias y fiscales muy expansivas”, aseguró el mexicano en su discurso.
Añadió que todo esto se dio básicamente en el periodo entre 2020 y mediados de 2022. “El objetivo de dichas medidas fue impulsar el crecimiento económico ante choques muy adversos sin crear grandes presiones inflacionarias. Difícilmente se puede pensar que el objetivo se haya plenamente alcanzado”.
Sin embargo, dijo, “lo relevante es que la confianza en las políticas monetarias y fiscales se podrían ver comprometidas hacia adelante si le seguimos atribuyendo un gran poder de estabilización de la actividad económica sin consecuencias sobre la inflación”.
Refirió que pese a resaltar el valor de la confianza en las políticas públicas como ingrediente fundamental para su éxito, “éstas no son un fin en sí mismo. La confianza en la política monetaria, la regulación y la supervisión del sistema financiero son únicamente una condición necesaria pero no suficiente para alcanzar objetivos más altos para el bienestar a la sociedad, entre ellos mayores ingresos, más y mejores oportunidades de trabajo y la provisión de servicios públicos adecuados”.
En su oportunidad, Felipe VI resaltó la “extraordinaria” trayectoria nacional e internacional de Carstens y destacó su “capacidad analítica y de negociación” como una de sus cualidades principales.
El jurado del premio, presidido por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, calificó al mexicano como una de las personas más influyentes de la política económica iberoamericana en las tres últimas décadas.
Reconoció que se ha distinguido “por la solidez y profundidad de sus análisis y por su habilidad para generar nuevas ideas”, así como por “su capacidad de negociación para poner en marcha políticas para mejorar el uso de los recursos públicos y el bienestar de los ciudadanos”.
El Banco de España también consideró que Carstens que “ha propiciado la transición de México hacia un mercado emergente altamente integrado en la economía internacional” y subrayó sus contribuciones a la economía internacional, como el desarrollo del esquema de objetivos de inflación que actualmente tienen los bancos centrales de varios países del mundo.
Al evento también acudió la ministra de Economía, Nadia Calviño, y el Ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
El Premio de Economía Rey de España fue instituido en 1986 por la Fundación José Celma Prieto con el fin de reconocer la trayectoria científica y profesional de personalidades españolas y latinoamericanas en el ámbito de la economía.
Trayectoria
Agustín Carstens, nacido en Ciudad de México en 1958, es actualmente el gerente general del Banco de Pagos Internacionales. Licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México y doctor por la Universidad de Chicago.
Comenzó su trayectoria profesional en el Banco de México, institución en la que ocupó importantes responsabilidades, entre las que destacan las de tesorero, director general de Investigación Económica y finalmente gobernador.
En la administración de México, fue subsecretario y, posteriormente, secretario de Hacienda y Crédito Público. En el ámbito americano, fue presidente del Consejo de Estabilidad Financiera para las Américas y miembro del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y de la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA).
A nivel internacional, fue miembro del Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, presidente de su Comité Monetario y Financiero y subdirector-gerente de esa institución. Además, fue miembro del Consejo de Administración del Banco de Pagos Internacionales y presidido varios de sus comités antes de ser designado gerente general.
MRA