Airbnb demandó a la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, por una ordenanza que, de acuerdo con la compañía, impone restricciones arbitrarias que reducirían en buena medida el suministro local de alquileres de corto plazo.
La ordenanza emitida en 2022, la cual la ciudad tiene previsto comenzar a implementar el próximo mes, requeriría que los propietarios se registren con la alcaldía, revelen quién más vive en la propiedad y prometan cumplir con las medidas de urbanización, construcción y mantenimiento.
Airbnb calificó las restricciones de “extremas y opresivas”, y una prohibición de facto a los alquileres de corto plazo que no le dejan más opción a la compañía que presentar una demanda.
“En conjunto, estas especificaciones en el plan de registro parecen tener el objetivo de sacar al mercado de alquileres de corto plazo de la ciudad de Nueva York de una vez por todas”, señaló Airbnb. La compañía dijo que la Oficina Especial de Cumplimiento de la alcaldía “no consideró alternativas razonables”.
La alcaldía no respondió de momento a una solicitud de comentarios.
La empresa, con sede en San Francisco, interpuso la demanda en un tribunal estatal de Manhattan. Tres anfitriones de Airbnb entablaron por su parte una demanda conjunta contra la ciudad.
Airbnb demandó al estado de Nueva York en 2016 por una prohibición a la publicidad de alquileres de corto plazo. Retiró la querella cuando la ciudad prometió no aplicar la medida. En 2020, Airbnb llegó a un acuerdo en torno a una demanda en contra de la ciudad por los requerimientos de reportes mensuales de sus ofertas. Airbnb señaló que la ordenanza de 2022 viola ambos acuerdos.
Las restricciones de Nueva York son parte de varios esfuerzos de las comunidades locales por regular los alquileres de corto plazo sin que se prohíban. Nueva Orleans es una de varias ciudades que combate al gigante de las rentas, después de que una corte desestimó una ley anterior.
En algunos lugares, opositores de la compañía han expresado su preocupación por el ruido y la seguridad. También arguyen que el crecimiento de los alquileres de corto plazo impulsado por Airbnb ha contribuido a la escasez de vivienda asequible para residentes, en especial en lugares turísticos. Dichas quejas van más allá de las fronteras estadunidenses.
El jueves en Italia, el popular destino turístico de Florencia anunció una prohibición inmediata a nuevos alquileres vacacionales en el centro histórico de la ciudad.
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