El sector industrial de Altamira se encuentra a la espera de conocer si las centrales de energía pertenecientes a Iberdrola y adquiridas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) este martes, se reactiven tras la desconexión aplicada por las autoridades federales en septiembre del 2022.
La principal afectación por esta decisión hace más de 6 meses se dio en el complejo de cogeneración, cuya capacidad llega a los 144 megawatts y encargada de suministrar a cuatro plantas del ramo petroquímico en la región sur de Tamaulipas. Por el momento, en la Asociación de Industriales (Aistac) hay incertidumbre por una determinación final.
"Esperamos eso, pero es muy difícil predecir si se podrá dar una reactivación de esta planta de cogeneración en Altamira. Con la experiencia de los meses anteriores no tenemos certeza de qué pasará, luego de la decisión tomada hace meses por la Comisión Reguladora de Energía (CRE y el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace)", declaró el presidente del organismo Luis Apperti Llovet.
Dentro del acuerdo que firmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador con los directivos del país europeo encabezados por su titular global Ignacio Sánchez Galán, además del secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O y el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Manuel Bartlett Díaz, las 13 instalaciones en el país pasan a manos de la empresa productiva del Estado.
El paquete integra las localizadas en Altamira, confirmada por el propio corporativo en un comunicado tras esta reunión efectuada en Palacio Nacional. Son los únicos complejos en Tamaulipas, con un estimado superior a los 2 mil megawatts de capacidad.
"Solo sucede un cambio de manos en las plantas", destacó el representante de más de 40 empresas del sector petroquímico, manufacturero y portuario que forman parte de esta asociación civil, cuyo enfoque se encuentra en la producción de materia prima, en su mayoría plásticos.