La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), proyecta un crecimiento moderado en la industria siderúrgica en América Latina para finales de este año y principios de 2023, esto derivado de una inflación global, una menor demanda externa y una caída del poder adquisitivo.
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En la clausura del evento anual, Gustavo Werneck, presidente de Alacero y CEO de la acerera Gerdau; Alejandro Wagner, director ejecutivo de Alacero, y David Gutiérrez Muguerza, presidente de Canacero, coincidieron en señalar que el conflicto bélico Rusia-Ucrania es un factor geopolítico que está influyendo para un entorno económico mundial adverso, porque ha impactado en los costos de los productos y la logística.
“Vemos una desaceleración económica mundial para finales de este año e inicios en el 2023, que indudablemente afectará la demanda de productos acereros y al resto de los sectores productivos”, indicó Wagner en conferencia de prensa.
La desaceleración se extenderá por América Latina sumando los desafíos externos de la coyuntura mundial, como la crisis energética en Europa y la guerra en Ucrania, a los propios desafíos locales, como la inflación.
Mencionaron que, en los sectores demandantes de acero en América Latina, la construcción tuvo una caída del 1.8 por ciento de junio a agosto de 2022, mientras que la automotriz tuvo un aumento del 29.3 por ciento de julio a septiembre de este año, y la maquinaría mecánica creció un 0.8 por ciento de junio a agosto de 2022.
David Gutiérrez Muguerza, presidente de Canacero, consideró que, ante este entorno mundial, sin duda la obra pública es un factor que ayuda para compensar la baja demanda del exterior.
“La construcción de vivienda, de naves industriales, de edificios de oficinas, de carreteras y cualquier infraestructura ayuda mucho, y que esto contenga mayor contenido nacional”, agregó el también CEO de Deacero.