Si el gobierno facilita políticas públicas e incentivos para la venta de autos eléctricos e híbridos, estos representarían 19.1 por ciento del mercado total para 2030, dijo José Zozaya, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En entrevista, recordó que recientemente la AMIA publicó el estudio Recomendaciones para una política nacional de electromovilidad, con el fin de que industria, gobierno y academia trabajen juntos para alcanzar los autos “verdes”.
En este documento resalta opciones para aplicar en el marco legal mexicano, donde apenas existe un conjunto de iniciativas, leyes y normas que, de manera aislada, apoyan eventualmente la transición.
El miembro de la AMIA comentó a MILENIO:
“Para el caso de México es importante situar el papel de la movilidad en el desarrollo económico y bienestar del país, al convertirse en el sexto país a nivel mundial con mayor producción de automóviles (...) es por ello que se considera de gran relevancia y de alta prioridad comenzar la transición eléctrica en prestación de servicios para la población, y producción y exportación de automóviles”.
Hace unos meses la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales publicó en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) la Estrategia Nacional de Movilidad Eléctrica, en cumplimiento con el programa especial de cambio climático, pero aún sigue en estudio para su publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
En él se afirman acciones en cinco ejes principales:
- Innovación.
- Capital humano.
- Desarrollo de proveedores.
- Infraestructura.
- Gobernanza.
Entre las metas de 2030 está que la venta de vehículos ligeros y pesados sea 50 por ciento por unidades cero emisiones, y en 2050 que sea el 100 por ciento, consolidando un sistema eléctrico para estos vehículos en carreteras estratégicas del país.
EDD