La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) informó que tras la pandemia del covid-19, el sector asegurador ha entregado más de 15 mil 555 millones de pesos por indemnizaciones en salud, cuyo costo promedio supera los 474 mil pesos; y por seguros de vida, las familias han recibido más de 20 mil millones de pesos, con un promedio de 240 mil pesos por cada caso.
“Las sumas aseguradas del sector representan 12 veces el PIB (Producto Interno Bruto), lo que demuestra la relevancia de nuestra industria para la economía”, refirió Sofía Belmar, presidente de la AMIS, durante la inauguración de la 30 Convención de Aseguradores, organizada por la AMIS.
Indicó que ante la pandemia del covid-19, que es ya la segunda catástrofe de mayor impacto para la industria, el sector asegurador ha demostrado su solidez, manteniendo un excedente en la cobertura de reservas técnicas del 16 por ciento, y 3.3 veces el capital que se requiere por ley, lo cual garantiza el cumplimiento de todos sus compromisos con los asegurados.
La presidente de la AMIS recordó que el sector asegurador es el tercer inversionista institucional más importante del país, con inversiones por 1.43 billones de pesos, que representan 5.4 por ciento del PIB, 60 por ciento de las mismas están en bonos gubernamentales que apalancan proyectos productivos del Estado.
Añadió que en apoyo a la sociedad mexicana, en 2020 la asociación a su cargo puso en marcha la iniciativa denominada cobertura solidaria, un esfuerzo para respaldar a 1.6 millones de trabajadores del sector público de salud en la primera línea de batalla contra el covid-19, lo cual permitió beneficiar a 764 familias.
Belmar agregó que además de la respuesta a la emergencia, la AMIS impulsó sus cinco prioridades estratégicas, que tienen como propósito fundamental que más familias cuenten con la protección económica de un seguro y contribuir con ello a crear una sociedad más resiliente.
La primera prioridad estratégica es impulsar fuertemente la inclusión y la educación financiera y por ello se dieron facilidades a las familias más vulnerables para que tuvieran acceso a la información y a los seguros, lo cual coordinó esfuerzos público-privados a fin de generar un mucho mayor impacto.
La segunda prioridad es el acceso a la salud y, dado que la pandemia ha demostrado la importancia de la protección colectiva y ha puesto en evidencia la fragilidad de los sistemas de salud en todo el mundo, la AMIS compartió la visión sobre la necesidad de contar con indicadores de calidad, protocolos médicos y mayor transparencia en los costos de los servicios de salud privados.
La tercera prioridad es la resiliencia ante desastres, porlo que la AMIS ha trabajado en conjunto con autoridades para desarrollar propuestas y aseguramiento catastrófico para vivienda con el Gobierno de la Ciudad de México como proyecto piloto para replicarse a otros estados.
La cuarta prioridad está relacionada con la protección de las víctimas de accidentes viales y se han impulsado mecanismos para brindar protección financiera ante incidentes de tránsito tanto a conductores, como peatones y pasajeros, en las legislaciones federal y locales.
La quinta prioridad es la protección económica para el retiro, “sin duda un gran avance en esta materia es la reforma al sistema de pensiones”, aseveró Sofía Belmar.
MRA