Con los cines cerrados en todo el mundo y cientos de millones de personas en sus casas no está claro si el negocio de la proyección de películas en espacios cerrados y la venta de palomitas y refrescos seguirá siendo un negocio rentable en la nueva normalidad.
Frente a la pandemia, Netflix, Amazon Prime Video, HBO Go, Fox+ y otras se volvieron el refugio de los cinéfilos en el mundo, lealtad que las cadenas de cines buscan contrarrestar con sus propias plataformas y con nuevos modelos de negocios, como la venta de nachos y palomitas hasta la puerta de tu casa y los autocinemas, ese viejo esquema que se popularizó en México en la década de los 50.
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Hace una semana Cinemex, la segunda cadena de cines más importante de México, anunció en las redes sociales de su unidad en Tlaquepaque, Jalisco, la proyección de una película en el estacionamiento de la Plaza Patria.
“Recordar es vivir y a Cinemex le gusta acompañarte por eso te traemos de vuelta el autocinema para que disfrutes los fines de semanas esta increíble experiencia de entretenimiento en la seguridad de tu auto”, escribió en Facebook.
La publicación no pasó desapercibida y sumó más de dos millones de comentarios. Miles de usuarios alabaron la iniciativa por “sacarlos del encierro”, pero hubo también quienes descalificaron el precio y la cartelera.
El plan de la compañía para este proyecto piloto, de acuerdo con el comunicado difundido a través de sus redes sociales, era tener una sola función de viernes a domingo con un costo de 300 pesos por automóvil y un máximo de cuatro personas por vehículo. La venta de bebidas y alimentos empezaría una hora antes de la función en food trucks de la misma compañía.
Un par de días después el cine anunció ajustes al plan original. “Debido a la gran respuesta al proyecto de autocinema en Plaza Patria”, Cinemex determinó posponer la proyección para “brindar una mejor experiencia” al asistente y retroalimentarse con sus comentarios”. Aunque por el momento no hay una fecha para la primera proyección, el cine mantiene informados a sus usuarios constantemente por redes sociales.
A pesar de que el concepto autocinema se patentó en 1932, en México tardó en llegar casi dos décadas. Los autocinemas aparecieron en el país hasta 1950 con el Autocinema Lomas. En 2011 el mercado nostálgico retomó la idea con Autocinema Coyote en Ciudad de México y hoy son contadas las iniciativas que continúan operando el modelo de negocio que en los años 50 reunía hasta 750 coches en un mismo espacio para disfrutar de una película.
Autocinemas y pandemia
La pandemia le están dando un segundo aire a estos proyectos y países como Lituania, Corea del Sur e Irán van por ese camino.
¿Significa esto que estamos ante el regreso masivo a los autocinemas, incluso después de que covid-19 haya disminuido? Eso parece poco probable debido a la falta de amplios espacios físicos para la instalación permanente de este tipo de atracciones, sin embargo para Fernando de Fuentes, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), no deja de ser una buena idea que puede tomar fuerza en los próximos meses, porque “apela a la nostalgia de otra época y viene a traer una experiencia distinta al público”.
Caída de ingresos
De acuerdo con la Canacine, las pérdidas económicas por el cierre de los cines a causa de la pandemia son incalculables, toda vez que a los ingresos no percibidos se suman los costos de las compañías para mantener la operación de las salas aun cuando no estén operando.
“Cada mes se están dejando de vender más o menos 30 millones de boletos en toda la industria, esto significa que se dejan de percibir ingresos mil 500 millones de pesos (mdp) al mes. Ya para los meses de verano las cifras son como de 2 mil mdp al mes, de acuerdo con datos históricos”, explicó a MILENIO De Fuentes.
Cifras de la cámara muestran que en 2019 se generaron 19 mil 050 mdp en ingresos en taquilla, un aumento de 13.3 por ciento en comparación con 2018. En número de boletos vendidos, el crecimiento fue de 5.4 por ciento.
De acuerdo con el plan gradual hacia la nueva normalidad en la Ciudad de México, al menos en la entidad, los cines se encuentran en el color anaranjado del semáforo de reactivación económica. Ello significa que su reapertura está prevista entre julio y agosto, a un 50 por ciento de capacidad.
“Ha sido una de las industrias más afectadas por la crisis sanitaria. Los cines han estado cerrados sin poder percibir ningún tipo de ingreso, están dejando de recaudar como nunca antes; lo que nos compete es darle la confianza al público para cuando sea el momento de que ir al cine sea una actividad segura”, expuso.
Pese a todo, la industria ya se encuentra trabajando sobre los protocolos para la reapertura de sus operaciones y está tomando referencias internacionales de países que nunca cerraron los cines, como Suecia y Japón o Corea del Sur; y viendo otros que tienen planes de reapertura, como Estados Unidos y España.
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En el proyecto se contempla tener una programación escalonada de las películas para evitar aglomeraciones, además de mantener los protocolos de sana distancia y de limpieza constante de las salas. El gel antibacterial, las caretas, cubrebocas y otros elementos de seguridad también llegaron para quedarse entre usuarios y empleados.
Además, el sector estará fomentando el uso de otros medios de pago, como vía internet y por kioskos, para evitar el contacto entre personas. En las salas se asignarán lugares escalonados para privilegiar la sana distancia.