Ante la crisis que vive la industria marítima causada por la baja en la actividad petrolera, que ha provocado la pérdida de cerca de 25 mil empleos en un año, la Cámara Mexicana de la Industria de Transporte Marítimo (Cameintram) solicitó que se cierre a embarcaciones extranjeras las operaciones de cabotaje al igual que sucede en Estados Unidos.
Armando Rodríguez, director general de la cámara, explicó que la mitad de la flota dedicada a las actividades de exploración y producción está paralizada, por lo que esta medida es un tema de sobrevivencia de la industria nacional.
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De casi 300 embarcaciones que se llegaron a tener, trabajando activamente en 2014, a la fecha sólo cerca de barcos de 80 de bandera mexicana tienen contrato. “Tampico, en el Río Pánuco, Seybaplaya, Frontera Tabasco, Ciudad del Carmen, parece un cementerio de embarcaciones”, agregó.
Explicó que ante esta crisis, “es tema de interés público que no haya un solo permiso de navegación para extranjeras”, tal como sucedió en países como Brasil y Perú. Se cierra el cabotaje, porque es necesario que primero atiendan a los barcos mexicanos, que reconozcan que barcos parecidos pueden dar los servicios que prestan los barcos extranjeros.
Detalló que de acuerdo con la legislación estadunidense, establecida en la Ley Jones, no se permite la navegación a embarcaciones extranjeras entre puertos, y/o puntos en Estados Unidos para el transporte de carga.
En tanto que el marco regulatorio mexicano, contenido en la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, permite a las embarcaciones extranjeras la navegación de cabotaje hasta por dos años en las zonas marítimas.
Al participar en el Congreso Foro Internacional México Plataforma Logística, el director de Cameintram, dijo que existe una crisis petrolera que no quiere asumir el gobierno federal, por la caída en los precios del petróleo.
Cabe señalar que Petróleos Mexicanos solicitó a las empresas de Cameintram prepararse para la apertura energética, para ello, la industria invirtió más de 7 mil millones de dólares para tener embarcaciones de no más de 10 años, por lo que además las empresas navieras enfrentan un fuerte endeudamiento y el costo de financiero de renovar sus embarcaciones.
El representante de la industria naviera que da principalmente servicio a Pemex, dijo que se corre un alto riesgo de que las embarcaciones paradas no trabajen en otro lado, justo por la baja en los precios del petróleo.
“Si no hay alternativas más que legales, porque no cerramos el cabotaje, es muy importante que los sectores de transporte nos demos cuenta de la falta de reciprocidad y que hemos privilegiado este principio de una manera muy casuística. No ha sido como parte del principio del derecho fundamental público”, destacó Armando Rodríguez.