La Organización Mundial del Comercio (OMC) falló a favor de que la Unión Europea imponga aranceles a 4 mil millones de dólares en bienes de Estados Unidos en respuesta a los subsidios concedidos por Washington al fabricante de aviones Boeing.
La decisión amenaza con avivar las tensiones comerciales a ambos lados del Atlántico a tres semanas de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, aunque también podría ayudar a resolver una batalla legal que ya dura 16 años, según aseguran los principales negociadores de los dos países.
Tanto Estados Unidos como la UE han mostrado interés en resolver la disputa sobre los subsidios que cada uno proporcionó a sus respectivos fabricantes de aviones, Boeing y Airbus
La decisión de hoy, retrasada por la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 y de la que informó Reuters por primera vez el 30 de septiembre, sigue a una resolución de la OMC del año pasado que permite a Washington imponer aranceles sobre 7 mil 500 millones de dólares en bienes de la UE por los apoyos estatales dados a Airbus, que tiene sedes en Reino Unido, Francia, Alemania y España.
Combinados, los dos casos conforman la mayor disputa comercial corporativa de la historia.
Desde entonces, Washington ha tomado medidas para revocar exenciones fiscales que beneficiaron a Boeing, mientras que Airbus ha anunciado que aumentará los reembolsos del préstamo para el avión A350 a Francia y España en un intento para resolver el asunto.
La Comisión Europea ha dicho que preferiría una solución negociada, pero que impondría aranceles si no se alcanza.
Ya ha elaborado una extensa lista de productos estadunidenses sobre los que podría imponer aranceles, incluyendo vino, licores, maletas, tractores, pescado congelado y una gama de productos agrícolas que van desde cebolla deshidratada hasta las cerezas.
Fuentes europeas han dicho que la Unión Europea también podría añadir aranceles a otros 4 mil millones de dólares de productos estadunidenses sobrantes de un caso anterior de la OMC, lo que le daría una potencia de fuego similar a la que consiguió Washington con el fallo de la OMC del año pasado.
MRA