Aunque las luces navideñas lograron brillar este año, la industria ya mira con cautela el próximo ciclo, pues el destello que inunda tiendas y calles puede ser encarecido por los nuevos aranceles a productos provenientes de China.
El país más poblado del mundo vive la Navidad los 365 días del año y se le conoce como el epicentro mundial del espíritu festivo, pues se fabrica más del 60 por ciento de los productos de temporada que llegan al resto de los países, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Con más de 600 talleres que trabajan sin pausa, ensamblando desde esferas brillantes hasta complejos adornos de luz, mientras cintas transportadoras 'escupen' mil 500 árboles artificiales cada dos minutos, es el principal exportador de los demás países.
Sin embargo, ante los conflictos globales, el gobierno de México aumentó el arancel general a importaciones procedentes de países con los que no tiene tratado comercial (entre ellos China), como parte de su reforma comercial, las luces de Navidad pueden ser afectadas.
La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) de Monterrey contó que los efectos más visibles de la tensión comercial entre Estados Unidos y China pueden sentirse en los artículos de temporada, sin embargo, no del 2025.
De acuerdo con Dulce Carolina Corona Plascencia, coordinadora de la Comisión de Comercio Exterior de Canacope Ciudad de México, los aumentos en los precios sí llegarán, pero no se reflejaron en las luces navideñas que se vendieron este año.
La razón es simple: “las importaciones para esta temporada comenzaron a llegar desde mayo y junio, y las fracciones arancelarias correspondientes no tuvieron un incremento significativo”, explicó a MILENIO.
Esto significa que el inventario que hoy se encuentra en tiendas ingresó al país antes de que entraran en vigor los nuevos ajustes comerciales, con todo y que hubo modificaciones a la Ley Aduanera.
La cámara contó a MILENIO-MULTIMEDIOS que los productos más sensibles son las luces navideñas, decoraciones, juguetes importados y accesorios electrónicos, categorías donde ya se observan ajustes de precio y mayores tiempos de entrega, aunque sin riesgo de una escasez generalizada.
Se prevé que el impacto será inevitable en el mediano plazo, pues Placencia advierte que “China sigue siendo el principal proveedor, así que los nuevos aranceles, van a elevar los costos de importación, de transporte y de logística, y esto se va a reflejar en el consumidor final, más o menos entre un 10 y 25 (por ciento)”.
Además, precisa que las pequeñas, medianas empresas (PyMEs) se verán afectadas “porque al adquirir la mercancía ya enfrentan precios más altos, tanto en el costo del producto como en la parte logística”.
El golpe fuerte llegará para la temporada de 2026, cuando ya no existan inventarios protegidos de los nuevos aranceles y los costos actualizados se reflejen de manera directa en el precio final.
Iluminar la Navidad en México depende de China
Para que México esté preparado para la venta de estos productos en un escenario de aranceles más altos, depende casi por completo de China.
“Más del 80 por ciento de este tipo de mercancías se importa directamente de China”, afirma Placencia.
Esta concentración hace que cualquier ajuste arancelario se refleje de inmediato en los precios.
Aunque los embarques para esta temporada ya están asegurados —“se hacen con muchos meses de anticipación”, recuerda—, la vulnerabilidad estructural sigue ahí.
“México no es productor. China tiene maquinaria especializada y puede maquilar grandes volúmenes a bajo costo, lo que vuelve mucho más barata su importación”, detalla.
“México no tiene en este momento la capacidad para soportar lo que viene de China en este segmento”, concluye y subraya que la dependencia seguirá marcando la dinámica del mercado mientras no existan alternativas nacionales o regionales de producción.
Aun así, México sí tiene un lugar propio en la Navidad global. Estados como Michoacán y Puebla se han convertido en referentes artesanales.
En estos talleres se elaboran más de cien millones de esferas navideñas al año, una producción que ha posicionado al país como el tercer exportador más importante de este producto.
“Entre más esferas se rompan, mejor para el negocio”, dice un vendedor de Tlalpujahua, Michoacán, haciendo referencia a vender más.
Según datos del gobierno de México, alrededor del 80 por ciento de estas esferas se envían al extranjero, principalmente a Norteamérica, América Latina y Europa.
Importaciones no ceden pese a la guerra comercial
Sobre el flujo de importaciones, la expectativa inicial era que los aranceles impuestos por Estados Unidos a China terminarían reduciendo también el volumen de mercancía que México trae desde el país asiático.
Pero ocurrió lo contrario. “Curiosamente no ha disminuido tanto como parecía”, afirma Placencia, pues aclara que las importaciones desde China se mantuvieron activas, mientras que el gran freno ocurrió en el comercio entre Estados Unidos y el gigante asiático.
“México trató de ser muy cuidadoso con ese aumento de aranceles en Estados Unidos, y China volvió a vernos como un socio comercial importante”, dice la coordinadora.
La consecuencia fue una mayor participación de empresas chinas en el mercado nacional, incrementando operaciones de comercio exterior y presencia empresarial en territorio mexicano.
“Hay mucha gente de China trabajando en México para cubrir el mercado que quedó vacío por la disminución de importaciones hacia Estados Unidos”, detalla.
Así, más que una caída, lo que se observa es un aumento en la participación china en categorías de mercancías que antes fluían hacia el mercado estadunidense.
Reutilizar, comprar con conciencia y evitar compras por impulso
Desde la Canacope, el llamado para enfrentar la temporada navideña sin golpear de más el bolsillo mexicano apunta a reutilizar lo que ya se tiene y comprar con mayor conciencia.
“Muchas veces decimos: ya usé estas luces, ya no las quiero volver a poner porque están enredadas o porque se ven viejas, y preferimos comprar nuevas”, explica la especialista. Sin embargo, insiste en que la reutilización puede marcar una diferencia importante en el gasto familiar.
Incluso recuerda que, aunque el mexicano suele conservar objetos cotidianos por años dice: “reutilizamos hasta los tuppers (sic)”, cuando se trata de luces navideñas, se desechan con facilidad.
Por ello, recomienda reutilizar, evitar compras impulsivas y elegir productos que tengan una vida útil más larga.
“A lo mejor solo necesito un juego más de luces, no tres. Se trata de comprar algo que me dure a mediano y largo plazo”, señala.
IOGE