Grupo Industrial Saltillo (GIS) expuso que su división de autopartes, Draxton México, dedicada a la fundición y mecanizado de partes para motor, suspensión y frenos de hierro gris y nodular, no tendrá repercusiones por los aranceles al acero y el aluminio impuestos por Estados Unidos.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores, el grupo industrial sostuvo que su negocio no involucra el uso de ambos metales, a los que el gobierno estadunidense impuso tarifas de 25 y 10 por ciento, respectivamente.
El segmento de refacciones representa 60 por ciento de sus ingresos. “El principal insumo es la chatarra, la cual se rige por precios derivados de la oferta y demanda de proveeduría nacional, misma que a través del proceso de fundición se integra con diversas ferroaleaciones para la fabricación de autopartes”, dijo la empresa.
En cuanto a los productos para la industria de la construcción (entre los que se encuentran calentadores de agua y productos de Cinsa, como ollas y cacerolas), GIS dijo que éstos no se encuentran dentro de las fracciones arancelarias impuestas por Washington.
Añadió que su reciente proceso de globalización le brinda ventajas competitivas y de diferenciación para enfrentar el entorno de volatilidad en el país, puesto que 60 por ciento de los ingresos del negocio de autopartes proviene de los mercados de Europa y Asia, con lo cual ha reducido su exposición al Tratado de Libre Comercio.
En 2016, GIS realizó su segunda adquisición fuera de México, al comprar la autopartera europea Grupo Infun, con el propósito de fortalecer su estrategia de globalización y su negocio de refacciones.
“La ventaja de ser un conglomerado, por lo que tiene una diversificación de ingresos, productos y mercados, así como compensación de ingresos y costos dolarizados de sus negocios, le permite mitigar los efectos de la volatilidad del peso frente al dólar”, finalizó el comunicado la empresa.