El gobierno de Argentina, liderado Mauricio Macri, anunció el domingo una serie de estrictos controles financieros para tratar de detener el derrumbe persistente del peso, en medio de una crisis de confianza por el aumento de la incertidumbre política antes de las elecciones de octubre en el país sudamericano.
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El gobierno estableció diferentes restricciones para la compra y la transferencia de divisas, así como plazos para la liquidación de exportaciones, a fin de aumentar el circulante de dólares en el sistema financiero y reducir su salida, según la nueva normativa publicada en el Boletín Oficial.
"Ante los recientes acontecimientos económico-financieros desencadenados (...) es necesario adoptar medidas transitorias y urgentes para regular con mayor intensidad el régimen de cambios", dijo el decreto publicado inusualmente un domingo, mostrando la urgencia de las medidas.
El peso, los bonos y las acciones de Argentina enfrentan una aguda turbulencia que comenzó el mes pasado, tras unas elecciones primarias en las que Macri sufrió una contundente derrota ante Alberto Fernández, el candidato presidencial del peronismo de quien recelan los inversores.
En una espiral descendente por temor a que Fernández adopte una política intervencionista si su triunfo de las primarias se ratifica en la votación general de octubre, el peso colapsó más de 26 por ciento tan solo en agosto pese al esfurzo del banco central para frenar el desplome a través de ventas diarias de sus reservas.
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Los anuncios del domingo, que durarán hasta el 31 de diciembre, disponen que los argentinos solo podrán comprar hasta 10 mil dólares por mes, al tiempo que ciertas adquisiciones de divisas de las empresas deberán ser aprobadas por el organismo monetario, quedando prohibida la compra para "atesoramiento".
Las restricciones también abarcan a las transferencias de divisas desde Argentina hacia el exterior, los giros de utilidades y dividendos, y la adquisición con liquidación en moneda extranjera de títulos valores en el mercado secundario, de acuerdo con una comunicación del Banco Central (BCRA).
La entidad monetaria aclaró que los anuncios buscaban lograr mayor estabilidad cambiaria y proteger al ahorrista. También precisó que no habrá limitaciones para extraer dólares de las cuentas que están en esa moneda ni impedimentos al comercio exterior o restricciones sobre viajes.
Los anuncios, que recuerdan a otros controles que Argentina implementó en el pasado reciente para tratar de lidiar con desbordes financieros, se presentan poco después de que el gobierno anunciara otras medidas sorpresivas, como una audaz postergación de pagos de la deuda la semana pasada.
El derrumbe del peso aceleró una tasa de inflación que ya era elevada, por encima del 50 por ciento anual, en una economía golpeada por la recesión. El Fondo Monetario Internacional (FMI), que el año pasado dio un crédito de 57 mil millones de dólares a Argentina, sigue la grave situación de cerca.
La expectativa en lo inmediato se enfocaba en cómo operaría el mercado cambiario argentino en la apertura del lunes. Desde las primarias del 11 de agosto, el BCRA tuvo que desprenderse de más de 2 mil millones de dólares para defender el valor de la moneda local.
lvm