Arranca El Salvador su experimento con bitcóin

El presidente Nayib Bukele encabeza el plan de adoptar la criptomoneda para uso común; críticos señalan que la volatilidad del activo pegará a los más pobres

Gráfico: Juan Carlos Fleicer | Información: Ana Karina Martínez
Christine Murray
San Salvador /

Al igual que millones de salvadoreños, el chofer Ricardo López pasó las últimas semanas tratando de entender el bitcóin. Una vez que el activo digital se convierta en moneda de curso legal esta semana, no está seguro si lo aceptará, pero si lo hace, de inmediato lo va a convertir en dólares estadunidenses. 

“Dicen que el precio varía y que es muy parecido al mercado de valores”, dijo el hombre de 37 años. “La mayoría tiene miedo debido a la falta de información”. 

Veinte años después de que adoptó el dólar estadunidense como moneda nacional, El Salvador se convertirá hoy en el primer país del mundo en convertir el bitcóin en moneda de curso legal. 

En un plan encabezado por el presidente populista de la nación centroamericana, Nayib Bukele, los ciudadanos podrán comprar, pagar impuestos y comprar tierras usando la volátil criptomoneda.

Los defensores dicen que reducirá las comisiones que los salvadoreños pagan para enviar las remesas a sus hogares —que representan una cuarta parte del producto interno bruto (PIB) del país— promoverá la inclusión financiera para los que no tienen cuentas bancarias y va a facilitar el acceso a un activo que potencialmente tenga un alto rendimiento. 

Los críticos dicen que el apresurado plan puede costarle a los salvadoreños más pobres cuando el precio caiga, aumenten los costos de los bancos y las aseguradoras, proporcione un escudo para los que lavan dinero y un riesgo para la estabilidad económica. 

La agencia Moody’s rebajó la calificación de deuda del país en parte debido a la ley. El Fondo Monetario Internacional (FMI) —actualmente en conversaciones con el gobierno sobre un nuevo préstamo— advirtió que adoptar la criptomoneda como una moneda de curso legal puede desestabilizar los precios y poner en riesgo el sistema financiero. 

Cuando faltaba una semana, las encuestas mostraron que la mayoría de los salvadoreños estaba en contra de la idea, y en las calles de la capital, pocos dijeron que estaban dispuestos a usar la moneda digital. 

A lo largo de la semana se realizaron pequeñas y esporádicas protestas por parte de grupos de jubilados y sindicatos, y la policía detuvo sin orden de aprehensión a un especialista digital que está en contra del plan. 

“No sé nada sobre eso y tampoco quiero aprenderlo, soy una de esas personas que dice: de ninguna manera, no voy a usarlo”, dijo Guadalupe Escobar, de 35 años, quien vende pan en una glorieta en San Salvado, la capital.

De los empleados y propietarios de más de 20 empresas diferentes que encuestó Financial Times en San Salvador —desde puestos de comida informales en la calle hasta cadenas de cafeterías— tres dijeron que sí que aceptarán el bitcóin. El resto todavía no empezaba a prepararse o rechazaba la idea. 

El gobierno de Bukele lanzará en los próximos días un monedero digital de bitcóin llamado Chivo —jerga para “genial”— con 30 dólares en bitcoines gratis para cada uno de los usuarios. En todo el país, los cajeros automáticos de Chivo le permitirán a los consumidores comprar bitcoines o convertirlos en efectivo con el gobierno absorbiendo los costos de comisión. 

La medida emocionó a los defensores de las criptomonedas en el extranjero. Juan Pablo Thierot, director ejecutivo de Uphold, plataforma digital que permite pagos y operaciones en criptomonedas, divisas nacionales y metales preciosos, dijo que la medida de El Salvador tiene “muchísimo sentido”.

Esto debido a que el país necesitaba mejores alternativas para esquivar los efectos negativos sobre la moneda del gran paquete de estímulo del gobierno estadunidense.

“Ves algo como… un ejercicio de degradación de seis u ocho billones de dólares donde la mayor parte de los beneficios son para los ciudadanos estadunidenses… y no eres beneficiario de eso”, dijo Thierot a Financial Times. “Lógicamente buscarías en otra parte”. 

Los grandes negocios minoristas del país se preparan para aceptar el bitcóin y esperan un aumento de ventas en septiembre debido a la liquidez adicional, dijo Leonor Selva, directora ejecutiva de la asociación del sector privado ANEP, pero lo que suceda después de eso no está claro. 

“El gobierno está preparando más un lanzamiento de marca o producto que en políticas públicas”, indicó Selva. En respuesta a las preguntas, el gobierno dijo que publicará más información en los próximos días. 

La inspiración de la audaz medida fue un proyecto llamado Bitcoin Beach en El Zonte, una relajada ciudad a 50 kilómetros de la capital salvadoreña, donde los turistas y los lugareños ya usan la criptomoneda. 

En 2019, una persona anónima de Estados Unidos y uno de los “primeros en adoptar” las criptomonedas comenzó a financiar el trabajo de la comunidad pagando en bitcóin y ahora un equipo de salvadoreños, en su mayoría jóvenes, trabaja para promover su uso.

Idalia Mejía vende pupusas —una popular empanada salvadoreña de maíz que a menudo está rellena de queso o carne— en bitcóin en el pueblo y cree que es bueno para atraer clientes, pero trata de no conservarlos. “He perdido cuando baja (de valor)”, dijo la mujer de 49 años. “Prefiero no tenerlos”, agregó. 

En el último año, el precio de bitcóin se disparó de alrededor de 10 mil dólares a más de 60 mil dólares y actualmente su valor se encuentra ligeramente por arriba de 50 mil dólares.

Jorge Valenzuela, uno de los líderes del proyecto, estima que alrededor de la mitad de los residentes de la ciudad lo utilizan. Algunos lo ahorran, dijo, pero para otros es conveniente para transacciones en una nación donde 70 por ciento carece de acceso a los servicios financieros. 

En todo el país, cualquiera con acceso a tecnología, por ley tendrá que aceptar el bitcóin a partir de hoy, aunque las tres páginas de regulaciones del gobierno no mencionan si habrá sanciones por el incumplimiento. 

Aparte del incentivo inicial, el monedero Chivo permitirá una conversión inmediata a dólares, respaldada por un fondo recién aprobado de 150 millones de dólares. Algunos economistas cuestionan si eso es suficientemente grande, y dicen que una caída en el precio del bitcóin pondrá al gobierno bajo una presión fiscal más amplia. 

“Si, por ejemplo, los impuestos se pagan en criptoactivos, mientras que los gastos se mantienen principalmente en dólares, habrá una presión significativa en el mercado cambiario, y en el nivel de las reservas internacionales”, expresó en una nota Torino Capital. 

El banco central de El Salvador no respondió a una solicitud de comentarios. 

Steve Hanke, profesor de economía de la Universidad John Hopkins, quien ha asesorado a naciones de mercados emergentes en cuestiones de divisas, señaló que el bitcóin hizo prácticamente imposible que los bancos cumplan con las reglas de “conoce a tu cliente”, y que el país corre el riesgo de recibir una bandera roja por parte de la Financial Action Task Force (Grupo de Acción Financiera Internacional) contra el lavado de dinero. 

“No es una moneda, es un activo muy especulativo”, indicó Steve Hanke, un defensor de la dolarización desde hace mucho tiempo. “Hay mucho riesgo asociado con el bitcóin y el riesgo lo van a asumir los contribuyentes”, añadió.

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