El proyecto de rehabilitación del paso superior vehicular en Altamira, conocido como “puente roto”, llamó la atención de cinco empresas de Tamaulipas perfiladas para la obra. La mayoría son integrantes de la Delegación estatal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y cuentan con experiencia al tener otros proyectos públicos.
A realizarse la primera junta de aclaraciones por parte de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona), referente a este plan, se cuenta con 7 constructoras del ramo inscritas y que cumplieron con los requisitos. De ellas, saldrá la ganadora y se encargará de edificar la estructura cuyo beneficio será para el movimiento de mercancía del recinto fiscalizado.
Destaca dentro de esta lista Conseer Noreste cuyo propietario es Eduardo Ramírez Leal, ex presidente Nacional de la cámara y actualmente vicepresidente del Organismo Iberoamericano de la Construcción. También se encuentra la razón social Consultoría de Obra de Teléfono Segura.
Se une también Dabra Constructores y Proyectos a cargo de Darío Brambila, al agregarse también Construcciones y Proyectos Gones. Una quinta pero sin afiliación al organismo empresarial es Impulsora de Desarrollo Integral, con Eduardo Vela como dueño.
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De acuerdo con el Observatorio del Sector de la Construcción de la CMIC, lograron planes públicos en los últimos seis años tanto a nivel federal, estatal y en los municipios, incluido en el puerto de Altamira.
Todos acudieron a la reunión celebrada a principios de marzo; conforme al proceso mantiene la intención por obtener el referido proyecto federal y empezar cuanto antes con su rehabilitación. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se tienen alrededor de 200 millones de pesos destinados a su edificación.
El “puente roto” presentó daños semanas después de haberse inaugurado en diciembre del 2016 por el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa y el ex gobernador Eugenio Hernández Flores. Esto derivó hasta en una demanda contra la compañía encargada de su construcción, misma que llevó casi una década resolver.
En tanto, el sector obrero de Altamira espera la obra cuyo beneficio será para 300 obreros del ramo, declaró hace unas semanas Jaime García, dirigente de la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM). Añadió que la demolición llevará un proceso de 4 meses.