Alfonso Romo, jefe de la Oficina de Presidencia de la República, descartó la posibilidad de que exista una recesión económica en el país, como lo insinuó Julio Santaella, presidente del Inegi, y aseguró que el primer trimestre solo fue “una cachetadita” para el gobierno.
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“Hablar de cifras precisas es difícil, lo importante es marcar la tendencia. El primer trimestre nos dio una cachetadita, es como cuando montas a caballo, te vuelves a subir para saltar mejor”, dijo en el contexto de la Cumbre 2019 Mexico Investment Ideas Conference, organizado por Credit Suisse.
El funcionario recordó que en el primer trimestre se tuvo un “problema serio” en las fronteras relacionado con el transporte de mercancías; sin embargo, se dijo optimista, dado que siente que el sector privado está apoyando fuerte.
Reiteró que la previsión de crecimiento económico para este año está entre 1.6 y 1.7 por ciento.
“No veo una recesión por nada. En todos los cambios de gobierno los inversionistas se esperan”, dijo, al tiempo que agregó que no se percibe desconfianza del sector privado.
Descalabro
México se ubicó en el último puesto entre los países más atractivos para la llegada de inversión extranjera directa, al pasar del sitio 17 al 25 en la edición 2019 del listado que cada año elabora la consultora estadunidense A.T. Kearney.
El descalabro de México en el ranking es el más fuerte desde 2012, cuando ni siquiera apareció en la lista de 25 debido a los efectos secundarios de la recesión económica mundial de 2009.
De acuerdo con la consultora, la caída de México en esta edición es producto de los cuestionamientos del nuevo gobierno alrededor de la reforma energética, las reducciones en el pronóstico de crecimiento económico y las inconformidades de grupos sindicales.
También influyeron elementos como la reducción del ritmo de crecimiento de la inversión fija bruta, la productividad laboral, la reducción en la evaluación sobre la perspectiva de la deuda soberana del país, particularmente al buscar el estado una mayor participación en Pemex, y la falta de un programa para impulsar capacidades tecnológicas y de innovación.
“Hay aspectos que están creando incertidumbre y en la medida que se vayan resolviendo vamos a poder ir viendo cómo se va a ir desarrollando, estamos en un punto de inflexión donde la balanza no está clara; hay factores que si no se resuelven positivamente nos pueden poner en una escala de incertidumbre que puede reducir aún más la expectativa de crecimiento económico”, advirtió Ricardo Haneine, socio director de A.T. Kearney para México.
En conferencia, el directivo señaló que el gobierno debe tomar en cuenta cómo mantener la estabilidad macroeconómica, de modo que sea más atractivo invertir, ya que para México estar en el sitio 25 es una señal de que se está perdiendo competitividad.
La primera vez que se emitió el listado fue en 2004; México debutó en el lugar 22. Su mejor posición fue en 2010, cuando se colocó en el octavo, superando a naciones como Canadá y Reino Unido.
Para la consultora, México será más atractivo para los inversionistas si reduce la corrupción, tiene estabilidad macroeconómica, autonomía del Banco de México y una estructura de deuda pública que minimice el riesgo de plazo y cambiario.
Agustín Carstens y el “catarrito” de 2008
En 2008, justo durante la crisis económica inmobiliaria que afectó a gran parte del mundo, especialmente a Estados Unidos, Agustín Carstens, entonces secretario de Hacienda, dijo: “Antes, cuando la economía de Estados Unidos se desaceleraba, la de México también. Ahora pasa lo contrario, cuando Estados Unidos tiene neumonía, México solo tiene un catarrito”.
Con información de: Eduardo de la Rosa
MRA