Después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó su inconformidad porque el Banco de México (Banxico) no generó en 2020 un remanente de operación para entregarlo al gobierno federal, el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) advirtió que ligar la política fiscal a las operaciones del banco central atenta contra su autonomía y afecta el bienestar de los mexicanos.
En este contexto, aseveró que la autonomía del Banxico constituye un patrimonio para la estabilidad económica del país y por tal razón debe prevalecer, por lo que el manejo monetario debe estar blindado de los vaivenes de los tiempos electorales e intereses políticos, y cualquier iniciativa que afecte su operación.
De acuerdo con el IMEF, el impulso de una política fiscal que incida de manera creciente en el bienestar de los mexicanos debe basarse en la generación de ingresos públicos por la vía del crecimiento económico y el impulso de la productividad de la economía.
Refirió que el permitir la vinculación de los requerimientos de financiamiento del sector público a la operación técnica del Banxico para forzar la generación de remanentes de operación, sería un retroceso, que terminaría en los hechos con la autonomía del banco central y enviaría una clara señal a los mercados y a los inversionistas nacionales e internacionales de que su operación está sujeta a determinaciones políticas.
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“Ello tendría un impacto negativo sobre las expectativas de inversión y sobre la estabilidad macroeconómicas del país. Dicho impacto va más allá de consideraciones técnicas, ya que afectaría las posibilidades de generar un crecimiento económico más inclusivo y de promover condiciones para un mayor bienestar de los mexicanos”, aseguró el IMEF.
Remanentes
Explicó que el Banxico registra utilidades, principalmente, por el mayor valor de su reserva internacional atribuible a una depreciación del peso frente al dólar. Una vez calculada la utilidad, la Ley del Banco de México señala puntualmente el destino que se le deben dar a dichas utilidades.
En primer lugar, el artículo 68 de dicha Ley indica que se deben amortizar pérdidas acumuladas de años anteriores. En segundo lugar, el artículo 53 establece que se debe preservar el valor real del capital del banco más sus reservas e incrementar dicho valor conforme aumente el Producto Interno Bruto (PIB) en términos reales. En tercer lugar, de acuerdo con el artículo 53, se deberán constituir otras reservas, como por ejemplo la reserva de revaluación de activos.
Si después de estas asignaciones quedara un remanente, éste deberá ser transferido íntegramente al gobierno (Artículo 55 de la Ley). El Banco informó que en 2020 generó un resultado en el ejercicio de 165 mil millones de pesos, que de acuerdo con la distribución dictada por la Ley arrojó lo siguiente, expresado en miles de millones de pesos:
- Total del ejercicio 2020: 165
- Amortización de pérdidas anteriores: 121.8
- Reservas de capital: 43.2
- Reserva de valuación de activos: 0.0
- Remanente de operación: 0.0
Así, apuntó el IMEF, debe entonces reiterarse que esta distribución no es un acto discrecional de la Junta de Gobierno, sino que es resultado del cumplimiento a cabalidad de la ley.
AMP