Los vehículos híbridos son aquellos que combinan un motor térmico con uno eléctrico y, que por obvias razones, contribuyen a reducir los gases contaminantes, teniendo incluso beneficios fiscales en México.
Entre los beneficios más importantes de los autos híbridos, y que los diferencia de los eléctricos, está que cuentan con un sistema autónomo de propulsión, es decir, que de forma muy independiente trabajan los dos sistemas, el primero de forma eléctrica, combinando el de combustión sólo cuando se requiere de más potencia, cambiando indistintamente y en cualquier momento el tipo de propulsión.
Con ello, bajan los consumos de combustible, ofreciendo a los conductores mucho más autonomía que cualquier vehículo de propulsión o combustión interna. En promedio un auto de este tipo ofrece un consumo promedio de los 20 kilómetros por litro (reales), ya que en papel, las marcas prometen muchos kilómetros más por litro.
Una de las tecnologías más exitosas del momento y que irÁ evolucionando al paso de los años es la de los modelos híbridos enchufables (plug-in hybrid electric vehicle), que poseen un motor de combustión interna asociado a un motor eléctrico con capacidad, ambos, para mover el coche.
La parte eléctrica cuenta con una batería que goza de una autonomía de alrededor de 50 kilómetros pensada, sobre todo, para recorridos urbanos, y que se puede cargar por la noche y al siguiente día ocuparlo sin problema o en poco tiempo también con carga rápida, llenar nuevamente la batería. Otra de las grandes ventajas de esta tecnología, es que también regenera o recarga la batería con la frenada o las desaceleraciones.
La década de los ochenta y los noventa fueron muy importantes desde el punto de vista medioambiental. Centrándose en el segmento del automóvil, en algunas geografías se aprobaron diversas leyes anticontaminación con el objetivo de reducir el impacto de los combustibles fósiles en los motores diésel y gasolina.
En este sentido, en 1988 vio la luz la Normativa EURO, que obligaba a reducir las emisiones de gases a la atmósfera mediante, por ejemplo, el uso de catalizadores, el aumento del número de marchas en las cajas de cambio o a través de la eliminación del plomo en la gasolina. De este modo, los motores de los automóviles trabajan menos, reducen su consumo y, con ello, sus niveles de contaminación.
La industria de la automoción inició una profunda transformación volcándose en la investigación de nuevos vehículos cada ves más respetuosos con el medio ambiente.
Un claro ejemplo de un auto híbrido exitoso es el Toyota Prius, que sigue siendo el referente de la marca japonesa en este segmento, pero también un auto reconocido a nivel mundial por su eficiencia.
KL