Jonathan Heath, subgobernador del Banco de México (Banxico) estima que el ciclo de baja en la tasa de interés de referencia del instituto central aún no ha terminado, debido a que el país está inmerso en una crisis económica no vista, por lo menos, en 90 años, con implicaciones laborales muy profundas; sin embargo, que esto suceda depende de varios retos; entre ellos, que no implique depreciación del peso ni salida de capitales.
De acuerdo con lo expuesto por el subgobernador en el seminario seminario virtual “Economía y sociedad a partir de la pandemia”, organizado por el Senado de la República y la Cámara de Diputados, ante la crisis, el Banxico ha respondido con todos los instrumentos de que dispone para mitigar el impacto de la crisis, uno de ellos ha sido acelerar la baja de la tasa de interés, así como tomar medidas adicionales para inyectar liquidez en el sistema por un monto de 800 mil millones de pesos.
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Recordó que el ciclo de baja de tasas de interés se inició desde hace casi un año, cuando el banco central vio que las condiciones de riesgos idiosincráticos que enfrentaba la economía empezaban a disiparse, la inflación se acercaba al objetivo trazado y la actividad económica experimentaba una desaceleración incómoda.
La tasa de interés de referencia ha pasado de 8.25 por ciento en agosto a mediados del año pasado a 5 por ciento en junio de 2020.
“El objetivo de las reducciones es dar, hasta donde sea posible, un estímulo a la economía, ya que los efectos negativos sobre la actividad económica y el empleo han cobrado máxima prioridad. Subrayo que es mi opinión personal, que el ciclo todavía no termina, por lo que buscaremos llevar la postura monetaria a un nivel expansivo acorde a la situación económica actual”, expuso Heath.
Política monetaria tiene limitantes
Sin embargo, advirtió, el camino para más bajas en la tasa de interés no es fácil dado que enfrentamos varios riesgos en el camino. Primero, se deben reconocer las limitaciones a la política monetaria.
La baja inclusión financiera, un sector informal grande y la elevada concentración bancaria, reducen la efectividad de una baja de la tasa.
Segundo, añadió el miembro de la Junta de Gobierno del banco central, la gran integración de la economía mexicana a la economía global es otra limitante, pues en un momento dado, tasas de interés demasiado bajas, en especial en un contexto de riesgo elevado, pueden inducir a una todavía mayor depreciación de la moneda y a que continúe la salida de capitales, que de marzo a la fecha ya registró 17 mil millones de dólares.
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Además, abundó, la estabilidad de precios está condicionada a la estabilidad de la moneda, por lo que su depreciación acelerada podría generar una pérdida sustantiva en el poder adquisitivo de los ingresos de los hogares y ya, de por sí, las clases menos protegidas enfrentan una situación precaria, por lo que su situación no podría estar todavía más deteriorada.
“En el último año y medio hemos visto una recuperación, aunque incipiente, en el poder adquisitivo de los salarios. Este es un avance primordial y de justicia social, que no podemos perder. Por lo que el Banco de México hará todo los esfuerzos que estén a su alcance para que dicha recuperación salarial mantenga su poder de compra”, afirmó Jonathan Heath.
lvm