El Banco Central Europeo (BCE) volvió a elevar sus previsiones de inflación, pero recortó sus perspectivas de crecimiento, ya que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania sigue pesando en la confianza, el consumo y la inversión.
El BCE prevé ahora la inflación por encima de su objetivo del 2 por ciento a lo largo de su horizonte de proyección, aceptando que el rápido crecimiento de los precios no es tan temporal como había previsto el año pasado.
El BCE no supo predecir el reciente repunte de la inflación y sus previsiones se han ido elevando bruscamente trimestre tras trimestre, lo que ha provocado críticas a los métodos de previsión del banco y un amplio estudio interno sobre cómo se equivocaron hasta este punto en las perspectivas.
La inflación se sitúa en una media del 6.8 por ciento este año, muy por encima del 5.1 por ciento previsto en marzo, mientras que se prevé un 3.5 por ciento en 2023 y 2.1 por ciento en 2024.
La inflación superó el 8 por ciento el mes pasado y podría alcanzar un máximo en el tercer trimestre antes de un lento retroceso.
srgs