Ante la polémica en las últimas semanas sobre si en necesario medir el bienestar en lugar del crecimiento macroeconómico, el área de análisis de Grupo Financiero Banorte consideró que si bien, es necesario complementar la medición del Producto Interno Bruto (PIB) con un seguimiento metodológico y secuencial del bienestar, también es importante mejorar el Estado de Derecho para generar más oportunidades y así reducir la desigualdad y gestar una reforma fiscal que beneficie a quien más lo necesita.
En el podcast semanal del banco Norte Económico, Gabriel Casillas, director general de análisis y relación con inversionistas del banco, aseguró que existen países que han cumplido con la premisa de crecer de manera constante y con estabilidad macroeconómica; sin embargo, existe inconformidad y descontentos generalizados de la población, tal es el caso de Chile.
“La verdadera razón es la falta de oportunidades que han enfrentado muchas personas por varios años en Chile; en este sentido no necesariamente la estabilidad macroeconómica provoca mayor estado de crecimiento, y no necesariamente crecer más implica que disminuya la desigualdad”.
Agregó que de 1980 a 2019, México observó una tasa de crecimiento del PIB en promedio de 2.5 por ciento, mientras que, en el mismo periodo, Chile creció una tasa promedio de 4.3 por ciento.
“Una lección que nos da Chile en que no sólo se necesita estabilidad macro, sino fortalecer el estado de Derecho”, dijo Alejandro Padilla, director de estrategia económica del banco.
Agregó que México necesita, además de la estabilidad macro, también fortalecer significativamente el Estado de Derecho para poder crecer más, “pero aun, así como vemos en Chile, no vamos a reducir la desigualdad en México, que es muy grande”.
Indicó que de acuerdo con el Índice de Estado de Derecho que este año del World Justice Project, México se ubica en el lugar 104 de los 128 países en donde se calcula, mientras que Chile se ubica en el lugar 26; este índice toma en cuenta cuatro grandes factores, el de las leyes; si son claras, estables, aplicadas también de una manera equitativa y si brindan seguridad a los ciudadanos.
También tiene que ver de qué tan abiertos son los gobiernos, sobre todo en el tema de la elaboración de las leyes; el tercero sobre la administración de justicia, si la autoridad es competente, se aplica de manera expedita, la imparcialidad de quienes administran la justicia; y el cuarto factor hace alusión a la rendición de cuentas, tanto de quienes gobiernan como de la sociedad civil.
“No sorprende que nos hemos encontrado muy abajo en el ranking desde que se creó este índice en 2008... necesitamos fortalecer el Estado de Derecho para poder crecer más y además, tratar de instrumentar políticas que repartan mejor el ingreso.”, aseguró Casillas.
Así mismo, aseguró que es necesaria una reforma fiscal profunda, integral, en donde sea fácil pagar impuestos, que no beneficie a quien más tenga, “sino que beneficie a quien más lo necesita y así, con justicia para todos y una mejor distribución del ingreso, se pueden abrir espacios para que todos tengan verdaderas oportunidades para ir mejorando sus condiciones socioeconómicas”.
MRA