La subgobernadora del Banco de México (Banxico), Galia Borja, advirtió que a lo largo de los últimos meses se ha podido ver un deterioro en las expectativas de inflación y se empezará a ver un descenso gradual de las presiones inflacionarias en los siguientes ocho trimestres, hasta llegar al objetivo puntual del banco central de 3 por ciento durante el primer trimestre de 2024; para lograrlo, es posible que el banco central actúe con más contundencia.
“A lo largo de este periodo hemos enfrentado muchos choques inflacionarios y hemos podido ver un deterioro paulatino de estas expectativas de inflación, medidas bajo diferentes instrumentos; ya fuera, a través de encuestas a los especialistas, a empresarios o a través de instrumentos de mercado”, refirió la gobernadora en una entrevista para Norte Económico, espacio de análisis de Grupo Financiero Banorte.
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La subgobernadora explicó que la inflación está a niveles no vistos en los últimos 20 años, así que el mayor reto está en lograr que ésta regrese a su meta de 3 por ciento, en un entorno en el que el balance de riesgos para la inflación se ha mantenido al alza durante los últimos meses.
“Por ello, en nuestro último comunicado de política monetaria utilizamos, en efecto, un tono más descriptivo y la posibilidad de actuar con mayor contundencia de ser necesario. Como se sabe, la política monetaria opera con este rezago, que ya he dicho, y eso significa que las acciones de un banco central no afectan de manera instantánea las variables en las que busques ir y es necesario poner atención no solo en los datos observados de la inflación, sino también en los determinantes esperados”, señaló.
Galia Borja recordó que desde 2018 el Banxico transitó hacia un régimen de objetivos de inflación con base en pronósticos, con la intención de conducir la postura monetaria con una perspectiva más forward looking, por lo que para garantizar que una inflación pueda converger en el horizonte es fundamental que las expectativas de inflación se mantengan ancladas.
Es así, apuntó, que dados los múltiples factores que han afectado la inflación y sus expectativas, un enfoque robusto en la postura monetaria permite enfrentar distintos grados de incertidumbre que puedan estar asociados a los determinantes esperados de inflación, como puede ser la continuación de la pandemia del covid-19 y el conflicto bélico, o la persistencia en la inflación subyacente y la incertidumbre que puede haber sobre ciertos otros parámetros de la economía.
“Lo que quiero decir es que los retos que representan el ajuste más restrictivo por parte de la Reserva Federal, la incertidumbre del conflicto geopolítico, las restricciones de movilidad en China, junto al potencial impacto en las cadenas de suministro, implican que debemos de valorar el considerar un enfoque robusto en la política monetaria mediante decisiones que den completa y absoluta certeza sobre el compromiso del Banco de México con su mandato constitucional”, indicó la subgobernadora del Banxico.
AMP