El Banco de México (Banxico) elevó sus pronósticos para la inflación en el país, y estima que en el tercer trimestre de 2022 alcanzará de forma general una tasa anual de 8.1 por ciento, muy por arriba de la previsión anterior (el de la decisión de política monetaria del 12 de mayo), de 7 por ciento.
Para la inflación subyacente (que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos), el Banxico estima que en el tercer trimestre de 2022 alcanzará una tasa anual de 7.4 por ciento, que es superior a la previsión anterior, de 6.6 por ciento.
En su anuncio de política monetaria, el banco central estimó que tanto la inflación general, como la subyacente, alcanzarán su pico en el tercer trimestre del año y que en el cuarto trimestre mostrarán una tendencia descendente para estar dentro del rango objetivo (3 por ciento, más/menos 1 por ciento) en el tercer trimestre de 2023.
Este escenario también tuvo un ajuste, pues la decisión de política monetaria dada a conocer el pasado 12 de mayo, el banco central estimó que la inflación estaría dentro del rango objetivo en el segundo trimestre de 2023.
La convergencia a la meta de 3 por ciento se alcanzará en el primer trimestre de 2024, señaló el instituto central
Esta mañana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) informó que en la primera quincena de junio la inflación se ubicó en una tasa anual de 7.88 por ciento, su mayor nivel desde la primera quincena de enero del 2001; y a tasa quincenal, la inflación se ubicó en 0.49 por ciento, la mayor para una quincena igual desde 1998.
En tanto, la inflación subyacente registró una tasa de 7.47 por ciento anual, su mayor nivel desde la segunda quincena de diciembre del año 2000. A tasa quincenal, se ubicó en 0.50 por ciento, la mayor para una quincena igual desde 1998 y también la mayor inflación quincenal en lo que va del año.
En este contexto, los mayores factores de riesgo para la inflación se relacionan con la posibilidad de que exista persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; depreciación cambiaria; y presiones de costos.
AMP