Ante el complejo panorama inflacionario, la junta de gobierno de Banco de México (Banxico) señaló que no deben apresurar un ajuste en la postura monetaria, lo que ocasionó opiniones disidentes, de acuerdo con la más reciente decisión de política monetaria.
En el documento, señalaron que “es imperativo mantener cautela y favorecer un enfoque de administración de riesgos, en beneficio de la credibilidad” en este Instituto Central.
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“La inflación general continuó aumentando al hilar cinco incrementos consecutivos y alcanzar niveles no vistos en más de doce meses, alejándose de nuestra meta de tres por ciento. Nuestros pronósticos tuvieron que ajustarse nuevamente al alza y la inflación subyacente disminuye cada vez más lentamente”, comentaron en la reunión de la decisión de política monetaria del 8 de agosto.
Asimismo, se señaló que los elevados niveles de la inflación no subyacente se integra por bienes y servicios, cuyos precios no responden directamente a condiciones de mercado, sino que se ven altamente influenciados por condiciones externas como el clima o por las regulaciones del gobierno.
También, se detalló que el riesgo de que contamine al componente subyacente no es menor; pues hacia delante, la volatilidad cambiaria podría exacerbarse por factores internos y externos.
Las expectativas de inflación, indicó, continúan por encima de lo que se tenía pronosticado y no muestran signos de inflexión; además, el balance de riesgos se mantiene oculto al alza.
“Lo anterior obstaculizaría el proceso desinflacionario, aun ante la desaceleración prevista de la actividad económica. Ante las circunstancias y los riesgos descritos, un recorte en la tasa de referencia minaría la credibilidad de este Instituto Central frente a su compromiso con el mandato constitucional de mantener la estabilidad de precios”, indicó Banxico.
Ante ello, el miembro de la junta de Banxico, Jonathan Ernest Heath Constable, comentó que la decisión de reducir la postura monetaria resta credibilidad a la institución ante el hecho de que la inflación general aumentó en los últimos cinco meses y ahora se ubica en 5.6 por ciento.
“La inflación subyacente se encuentra en este momento en 4 por ciento mientras que las encuestas la ubican en el mismo nivel para fines de este año y apenas en 3.8 por ciento para fines de 2025, es decir, ya no esperan que la inflación baje”, especificó.
De igual manera, destacó que incluso nueve instituciones anticipan que la subyacente en diciembre de 2024 será más elevada que la actual.
“Nuestra trayectoria para la subyacente para los próximos ocho trimestres es sumamente optimista y carece de credibilidad”, comentó el economista.
Finalmente, el especialista detalló que para poder tener una proyección adecuada es necesario no adelantarse a los prematuros y asegurar su postura en datos fijos.
“Votar a favor de reducir la postura monetaria en este momento, ante un elevado déficit fiscal y una todavía no confirmada debilidad de la actividad económica, mientras nos ubicamos lejos de nuestras metas, pudiera interpretarse como prematuro mientras no aseguremos que vamos por el camino correcto sustentado en datos más firmes”, explicó.
JATS