Pese a los múltiples riesgos existentes en la economía del país, el Banco de México ha pronosticado una mejora en el crecimiento económico del país, registrando hasta un 2.2 por ciento en el presente año.
Galia Borja, subgobernadora del Banco de México, dijo que, si bien el país no ha cumplido las expectativas de crecimiento económico proyectadas hasta el momento, se prevé que, en lo que resta del año, registre una cifra del 2.2 por ciento de aumento; y esto, sin duda, beneficiaría al país, considerando a su vez otros pronósticos que podrían resultar alentadores.
“En cuanto al desempeño esperado de la economía, el último pronóstico del Banco de México sugiere que, para este año 2022, la economía crezca 2.2 por ciento; y que para el año siguiente estimamos un crecimiento del 1.6 por ciento”, explicó Galia.
Cabe mencionar que esto forma parte de las proyecciones económicas que tiene el Banco de México para este 2022 y los años venideros, aunque también hizo énfasis en que existen muchas variables que dan cierta incertidumbre a estos pronósticos.
No obstante, Galia Borja explicó que sí hay algunos riesgos que podrían ir a la baja favoreciendo a este crecimiento, entre los que se encuentran la demanda externa, los problemas en las cadenas de suministro o episodios de alta volatilidad financiera.
Bajará inflación
Respecto a la inflación, que actualmente supera el 8 por ciento y se ha situado con ello en niveles superiores a los previstos, comentó que en el último análisis realizado por el Banco de México la tendencia de este indicador todavía se mostraba a la alza, por lo que sería hasta dentro de algunos años cuando la situación se regule finalmente.
“Consideramos, en el Banco de México, que los choques podrían ser más duraderos, y que tomará un mayor tiempo que estos se desvanezcan” detalló.
En este sentido, se estima que, para el año 2024, la inflación podría mostrar un gran descenso registrando hasta un 3 por ciento, disminuyendo de manera gradual con el paso del tiempo.
Sin embargo, añadió que, entre los riesgos que posiblemente podrían mostrar una mayor tendencia, figuran la persistencia del aumento en los precios que paga el consumidor, que existan presiones inflacionarias asociadas con la pandemia o que se incrementen los precios de alimentos y energéticos a causa de los conflictos geopolíticos.
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